Esta columna está dirigida a los fieles de la Diócesis de Madison. Cualquier circulación más amplia transgrede la intención del Obispo. |
Quiero desearles a todos un Santo Triduo Pascual y una muy feliz Pascua. Que sea un tiempo gozoso y de oración para ustedes, sus familias y que les proporcione una fuerte experiencia del Señor Jesús, resucitado de entre los muertos.
Estamos llamados, todos y cada día, a invitar a las personas a conocer a Jesucristo, resucitado de entre los muertos. De manera muy real, esta es la misión de mi Episcopado aquí: es la misión establecida de mi personal y, por extensión, es verdaderamente la misión de cada uno de nosotros aquí y en los 11 condados de la zona sur-central de Wisconsin.
Para invitar creíblemente a nuestro prójimo a conocer a Jesucristo, resucitado de entre los muertos, tenemos que haberLo conocido. Así que estos días de Semana Santa y Pascua tienen que ser un tiempo especial para cada uno de nosotros, en el que estamos llamados a intensificar ese encuentro al que estamos llamados con Cristo resucitado. La adecuada celebración de la Semana Santa y la Pascua tiene todo que ver con la misión a la que cada uno de nosotros, por la naturaleza de nuestro Bautismo, está llamado.