Esta columna está dirigida a los fieles de la Diócesis de Madison. Cualquier circulación más amplia transgrede la intención del Obispo. |
Queridos amigos:
Gracias a todos los que se unieron a nosotros sosteniéndonos con su oración mientras recientemente los Obispos nos reuníamos en Baltimore para nuestra asamblea anual de otoño. Esta reunión fue muy buena y muy alegre, en gran parte gracias al Arzobispo Timothy Dolan, su maravilloso sentido del humor y su determinación para hacer expeditos nuestros procedimientos usando todas las tácticas posibles. La aproximación del arzobispo significó para nosotros los obispos tener más tiempo para la compañía fraterna, y que la asamblea fuera un tiempo en el que el Espíritu Santo, a través del Arzobispo Dolan, y nuestro nuevo, amable y cálido Nuncio Apostólico, nos confirmaran en la fe.
El próximo domingo, por supuesto, rezaremos y celebraremos la Misa con el vocabulario más sacro de la nueva traducción del Misal, que es una renovada invitación a una mayor reverencia en misa de parte de todos nosotros.