“Una vida sin examen no merece la pena ser vivida” es una frase atribuida al filósofo griego Sócrates descrito en la obra Apología de Sócrates escrita en el año 399 a. C. por su discípulo Platón. Platón transcribió en la Apología de Sócrates los diálogos que Sócrates sostuvo ante el tribunal de Atenas en la cual fue sentenciado a muerte por liberar a los jóvenes atenienses de la ignorancia con sus enseñanzas. “Una vida sin examen no merece la pena ser vivida” es la conclusión que Sócrates usa para justificar sus métodos de enseñanza que apelan por sobre todo a la importancia de examinarse a sí mismo y a los demás para mantener una actitud crítica sobre nuestros actos y sobre nuestras vidas con el fin último de evolucionar para ser la mejor persona que podemos ser.
En el caso de nosotros los cristianos es algo similar, es importante el examinarse a sí mismo ya que el examen de consciencia tiene como fin el conocer nuestros actos, mantener una actitud crítica sobre ellos a la luz del Espíritu Santo y así conocer nuestros pecados, arrepentirnos, confesarnos ante un sacerdote, y cambiar nuestras vidas. El mejor tiempo para hacer esto es la Cuaresma ya que es un tiempo penitencial y de encuentro con Cristo. Todo esto con el fin de llegar a ser la mejor persona que podemos ser, ósea ser santos, prefectos, como nuestro Padre celestial es perfecto porque nada que no sea perfecto entrará al cielo.
¿Qué es un examen de conciencia?
Es cuando hacemos preguntas acerca de nuestras acciones para ver cómo estamos en nuestra relación con Dios y por tanto ver si nuestra vida está orientada a Él. Es ver si tenemos pecados para poder confesarlos y librarnos de ellos para estar bien con Dios y estar listo para cuando el Señor nos llame, que puede ser en cualquier momento. Esto es de suma importancia para nuestra salvación eterna. Porque como digo Sócrates, ¿de qué vale tu vida si no la examinas? La Iglesia añade, ¿de qué vale tu vida si no te libras de tus faltas y pecados? Y ¿Qué tal si te llama Dios hoy mismo, o en la noche? ¿Estarás listo? Nadie sabe ni el día ni la hora por eso el examen nos ayuda a vivir en mayor certeza espiritual.
Cuando hacemos un examen de consciencia nos preparamos para tener un encuentro amoroso con Jesús quien siempre está dispuesto a perdonarnos en el sacramento de la confesión y así nos preparamos para ese encuentro con Él al final de nuestras vidas y en el juicio final. Si nos acostumbramos a un examen de conciencia diario, y luego nos confesamos pronto, nos acostumbramos a encontrarnos con Cristo que nos ama y perdona y cuando llegue el momento de la muerte no nos encontraremos con un juez temible, sino que encontraremos a un hermano amoroso, Jesús quien nos ama y perdona. Yo recomiendo un examen de conciencia de acuerdo con la edad del penitente, el cual puedes descargar aquí: https://www.aciprensa.com/recursos/examen-de-conciencia-1927
Este artículo ha sido escrito por el Padre Jorge Miramontes, sacerdote diocesano de Madison. El Padre Jorge es el párroco de la Parroquia La Sagrada Familia en Marshall y asiste fervientemente a la comunidad hispana en los pueblos cercanos de Watertown y Jefferson.
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