A BORDO DEL VUELO PAPAL DESDE BRASIL (CNS) — Desde su vida personal de oración y espiritualidad hasta el rol de la mujer en la iglesia y el cuidado pastoral de los divorciados, el papa Francisco respondió a varias preguntas acerca sobre la enseñanza y el ministerio de la iglesia el 28 de julio, cuando se reunió con periodistas en su vuelo desde Río desde Janeiro hasta Roma.
Sobre la posibilidad de que la Iglesia Católica ordene sacerdotisas, el papa Francisco dijo: “La iglesia ha hablado y dijo ‘no'” y la forma en que el beato Juan Pablo II lo declaró era “una fórmula definitiva”. El beato Juan Pablo dijo que debido a que Jesús escogió solamente hombres como sus discípulos la iglesia no puede ordenar mujeres.
Sin embargo, dijo el papa Francisco, la Iglesia Católica todavía tiene mucho que hacer en el desarrollo de una verdadera teología que explique la importancia de la mujer en la iglesia y cómo sería imposible que la iglesia cumpliera su rol de madre y esposa sin la contribución de las mujeres.
“No basta con tener servidoras del altar, lectoras ni mujeres como presidentas de Caritas”, él dijo. “Las mujeres en la iglesia son más importantes que los obispos y los sacerdotes”, igual que “María es más importante que los apóstoles”.
Al preguntársele sobre la posibilidad de que la Iglesia Católica comenzaría a permitir que reciban los sacramentos los católicos que se han divorciado y recasado solamente civilmente, el papa Francisco dijo que quería dejar claro que los católicos divorciados pueden recibir los sacramentos. Los problemas comienzan cuando se casan por segunda vez sin anular su primera unión.
Él dijo que el proceso de anulación necesita ser reformado y agilizado, pero aun más importante es que la Iglesia Católica necesita tomar en serio el desarrollo de un programa pastoral abarcador para la familia y que ese es un tema que él planifica discutir del 1 al 3 de octubre con la comisión de ocho cardenales que nombró para asesorarle sobre la reforma de la Curia Romana y otros asuntos importantes.
El fenecido cardenal Antonio Quarracino, su predecesor como arzobispo de Buenos Aires, solía decir que él pensaba que la mitad de los matrimonios católicos en el mundo podrían ser anulados porque la gente se casa “sin madurez, sin entender que es para toda la vida o porque parecía socialmente necesario”, dijo el papa.
El papa Francisco también mencionó la práctica de las iglesias ortodoxas que en algunos casos permiten un segundo matrimonio, lo que él llamó “una segunda oportunidad”, dando la impresión de que la práctica católica podría ser modificada.
Al preguntársele acerca de porqué él habla tan a menudo sobre la misericordia de Dios, él dijo: “Creo que estos son tiempos de misericordia”, particularmente tiempos en que la iglesia tiene que esforzarse para ser misericordiosa, dado el “no tan hermoso testimonio de algunos sacerdotes” y “el problema del clericalismo, por ejemplo, que ha dejado tantas heridas, tantos heridos. La iglesia, que es la madre, tiene que ir y sanar esas heridas”.
“Si el Señor nunca se cansa de perdonarnos, no tenemos más remedio que hacer lo mismo”, él dijo. El papa Francisco le dijo a los reporteros que en la historia del Evangelio sobre el Hijo Pródigo, cuando que el joven regresa después de despilfarrar su herencia “su padre no lo sentó y le dijo: ‘¿Cómo gastaste el dinero?’, sino que hizo una fiesta”.
Y el papa dijo que el padre “no solamente esperó por su hijo, salió a buscarlo”.
Un periodista brasileño le preguntó al papa Francisco porqué durante su viaje no habló en contra de las propuestas para liberalizar las leyes de aborto y legalizar el matrimonio homosexual en Brasil.
“La Iglesia ya ha hablado sobre estos asuntos”, él dijo. “Los jóvenes entienden perfectamente cuál es el punto de vista de la iglesia”.
Un periodista portugués dijo que parecía un poco extraño escuchar al papa pidiéndole repetidamente a la gente a orar por él.
“Cuando yo era sacerdote le pedía a la gente orar por mí, pero no tan a menudo”, él dijo. “Comencé a pedirlo con cierta frecuencia cuando empecé el trabajo de obispo porque creo que necesitamos la ayuda del Señor en este trabajo para ayudar a que el pueblo de Dios se mueva hacia adelante”.
Además, dijo el papa, “verdaderamente creo que tengo muchos límites, hasta pecados” y por eso está en necesidad de oración.
El papa Francisco dijo que todavía se considera jesuita, pero primero planteó un complicado problema de lógica: “Los jesuitas hacen un voto especial de fidelidad al papa. Pero si el papa es jesuita, ¿tiene él que hacer un voto al superior de los jesuitas?”.
“Soy jesuita en mi espiritualidad, espiritualidad que implica los Ejercicios (de san Ignacio)”, él dijo. “Y pienso como jesuita”, él dijo, pero sonrió y rápidamente añadió: “Pero no en el sentido de la hipocresía”.
En cuanto a su decisión de seguir viviendo en la Domus Sanctae Marthae, la hospedería del Vaticano, él insistió que es cuestión de gustarle tener mucha gente alrededor y no un mensaje de simplicidad o austeridad, aunque dijo que ambas son esenciales para todo ministro de la iglesia.
“Yo no podría vivir solo o solamente con unas cuantas personas”, él dijo. El apartamento papal en el Palacio Apostólico “no es lujoso, es amplio, es grande pero no lujoso”. Él dijo que estaba diciendo toda la verdad cuando conoció estudiantes de escuelas jesuitas y les dijo que su elección de vivienda era una “necesidad psicológica”.
Él dijo que las personas estaban equivocados si pensaban que los cardenales que trabajan en la curia viven una vida de lujo.
“Ellos no viven como hombres ricos, viven en pequeños apartamentos”, él dijo.
Mirando al futuro, el papa Francisco dijo que estaba entusiasmado con canonizar a los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II, pero que seleccionar la fecha se ha tornado complicado.
Él dijo que primero pensó que la fiesta de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre sería apropiada, pero que eso lo haría más difícil para los peregrinos polacos pobres que tendrían que viajar por carreteras de invierno en autobús. La fiesta de Cristo Rey a fines de noviembre, que también es el final del Año de la Fe, es una posibilidad, él dijo, pero probablemente no hay tiempo suficiente para prepararse. La mejor suposición, él dijo, es el domingo de la Divina Misericordia, el 27 de abril, el domingo después de la Pascua del 2014.
El papa Francisco también respondió una pregunta sobre su relación con el retirado papa Benedicto XVI. El papa Francisco sonrió cálidamente y habló con admiración de la humildad, inteligencia y el espíritu de oración del papa retirado.
La inusual situación de tener un papa y un papa retirado viviendo en el Vaticano está funcionando muy bien, aunque dijo que ha intentado alentar al papa Benedicto XVI a sentirse más libre de invitar gente a visitarlo, a entrar y salir y unírsele en eventos.
Tener un papa retirado cerca para consultarlo o hacerle preguntas, él dijo, “es como tener un abuelo en casa, un abuelo muy sabio”.