RÍO DE JANEIRO (CNS) — Reducir la fe a una ideología mundana, valorar la eficiencia administrativa más que el celo misionero y exaltar el rol del clero en detrimento del laicado son algunas de las principales “tentaciones” que socavan la evangelización en América Latina, dijo el papa Francisco a los líderes religiosos de la región.
“La decisión a favor del discipulado misionero encontrará tentación”, dijo el papa el 28 de julio en una reunión con el comité coordinador de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, CELAM. “Es importante saber dónde está en marcha el espíritu del mal para poder ayudar nuestro discernimiento”.
El papa Francisco habló con palabras fuertes sobre el rol de los obispos, dándoles instrucciones de liderar sin ser autoritarios, adoptar “la sencillez y la austeridad de vida” y cuidar de sus diócesis sin ambiciones de nombramientos más prominentes.
“El obispo tiene que estar entre su pueblo de tres maneras”, dijo el papa. “Delante de ellos señalando el camino, entre ellos manteniéndolos juntos y evitando que se dispersen y detrás de ellos asegurando que nadie se quede atrás, pero también, y primordialmente, de modo que el propio rebaño puede olfatear nuevos senderos”.
En su discurso de cuatro páginas, el papa Francisco habló con frecuentes referencias a la conferencia del 2007 del CELAM en Aparecida, Brasil, donde, como el cardenal Jorge Mario Bergoglio, él tuvo un rol importante en la producción del documento final de la reunión, el cual hizo un llamado a una “misión continental” en América Latina y el Caribe.
Señalando que “estamos rezagados un poco” procurando satisfacer las metas de Aparecida, él identificó como un obstáculo importante una tendencia a “interpretar el Evangelio aparte del propio Evangelio y aparte de la iglesia”, por ejemplo a través de la lente del capitalismo de mercado libre o del marxismo.
El papa dijo que otras distorsiones de la fe comunes incluyen convertirla en terapia psicológica o en espiritualidad esotérica o enfatizando “maneras y formas anticuadas que, hasta en el plano cultural, ya no tienen sentido”.
El papa Francisco también advirtió contra un “funcionalismo” que “reduce la realidad de la iglesia a la estructura de una ONG (organización no gubernamental)” donde “lo que cuenta son los resultados cuantificables y estadísticas” y la eficiencia toma precedencia sobre el misterio.
Esta tentación puede surgir, él dijo, cuando la iglesia se torna egocéntrica y se olvida de que se supone que sea una “esposa, madre y sirvienta, una facilitadora de la fe y no una inspectora de la fe”.
Un peligro relacionado, indicó el papa, es el del clericalismo, o hacer el ministerio de obispos, sacerdotes y diáconos ordenados el estándar y el modelo para la misión de los católicos laicos. Él dijo que esta tendencia explica la continua “falta de madurez y libertad cristiana en buena parte del laicado latinoamericano”.
Los remedios para el clericalismo incluyen un aumento en “oportunidades para que los laicos participen en consultas, organización y planificación pastorales”, dijo el papa, así como una apreciación de las tradiciones de la piedad popular.