Esta columna es la comunicación del Obispo con los fieles de la Diócesis de Madison. Cualquier circulación más amplia va más allá de la intención del Obispo. |
Queridos amigos:
Para los que quieren ver, no hace falta mirar mucho para darse cuenta del mal que nos rodea. Mentiras y engaño, violencia y homicidio, odio y malicia, y cada vez con más frecuencia, el mal tratado como virtud.
Este mal, causado por el pecado del hombre, nos rodea, divide a nuestras familias, a nuestra Iglesia, nuestro país y nuestro mundo. Por eso y hasta ahora el Papa Francisco ha mencionado al mal y al demonio en una buena cantidad de sus discursos y homilías. El mal es real y prevalece.
Llamado a la Nueva Evangelización
Esta es también la razón por la que especialmente nuestros Papas recientes han hecho un llamado a la Nueva Evangelización. Es vitalmente importante para nosotros “ir a todo el mundo y proclamar el Evangelio” (Mc 16:15).
¿Y qué significa “ir a todo el mundo” para nosotros hoy en día y en esta época? Las regiones de la tierra que no han recibido a un misioneros son muy pocas — aunque ciertamente hay mucho trabajo duro por hacer en las “misiones extranjeras” — pero el mandamiento de Cristo para nosotros es el mismo “¡vayan a todo el mundo y proclamen el Evangelio!” Lo que este mandato significa para nosotros es que ¡en realidad proclamemos la Buena Nueva, el mensaje del Evangelio, invitando a la gente que encontremos — nuestros amigos y vecinos, nuestros compañeros de trabajo y familias — a tener un encuentro con Jesucristo que les cambie la vida!Desenraizando el mal del mundo
No debe haber duda sobre la existencia del mal en el mundo, podemos verlo alrededor nuestro. Pero un primer paso para desenraizar el mal es llamarle mal y asumir la responsabilidad cuando somos sus cooperadores.
Este asumir la responsabilidad por los propios errores y — sí, pecados — es especialmente impopular en nuestro tiempo. Y decir que algo es pecado es considerado especialmente políticamente incorrecto. Pero es posible nombrar un pecado y llamar a otros hacia un camino más alto sin juzgar al individuo. No es solo cuestión de condenar a otro simplemente diciendo qué acciones particulares están mal, son pecaminosas, sino que nuestros días defender una verdad también es considerado políticamente incorrecto.
La Nueva Evangelización significa que tenemos que decir la verdad con amor — y sí, señalar que sí hay una verdad y que Jesús es el “camino, la verdad y la vida”. Y así la Nueva Evangelización debe hacerse con amor, pero no puede hacerse simplemente de forma que sea políticamente correcta. Entonces, si la gente quiere ser buena y políticamente correcta, se descalifica a sí misma del cumplimiento de la Nueva Evangelización. No puede hacerse de esa manera.
Pedirle a la Madre Bendita que nos ayude a aplastar el mal
Y la única que realmente puede ayudarnos a ser más que nadie es la Bendita Madre, porque ella sabe lo que es el mal. Ella estuvo de pie ante la cruz y lo vio todo. Ella conoce muy pero muy bien lo que es el mal.
Satanás es el padre de la mentira y el enemigo
Satanás es el padre de la mentira y el enemigo de nuestra naturaleza humana. Vemos desde el comienzo su papel para voltear el plan de Dios al alentar a nuestros primeros padres a hacer una opción contra Él.
La antigua serpiente convenció primero a la mujer y luego al hombre a hacer precisamente lo que Dios dijo que no hagan. Y así es como el mal entró al mundo, por una opción que excluyó a Dios. Cada vez que Dios está ausente, está presente el mal. Y vemos el dolor y el sufrimiento que surgió de la exclusión de Dios.
Pero Dios quiso que el ser humano revierta las cosas nuevamente y lo hizo con la forma de una mujer, al permitirle decir “sí” a Él y a Su plan.
María fue el recipiente de la Evangelización
María, el ser humano más perfecto que alguna vez ha vivido, ofreció el más perfecto “sí” a Dios y así Dios vino al mundo. Es a través de María que Dios pudo redimir y elevar la humanidad, por medio del sacrificio de su hijo. María fue el primer recipiente de la evangelización. Ella literalmente portó la Buena Nueva al mundo con cada parte de su ser.
Y así, la Madre Bendita no podría ser más relevante ni necesitaríamos nosotros tanto su ayuda. Entonces, comenzando con el Rosario diario y con todas las demás prácticas devocionales a María, bajo sus diversos títulos, (Las Letanías de Santa María es muy hermosa: “Espejo de Justicia,” “Casa de Dios,” “Trono de Sabiduría,” “Casa de Oro,” “Arca de la Alianza,” “Puerta del Cielo,” “Estrella de la Mañana,” etc.) volvamos a ella. No nos permitamos no nutrirnos por el amor de madre que María tiene por nosotros, como solo ella puede darlo, porque Jesús mismo nos la dio y dijo: “He ahí a tu Madre” (Jn 19:27).
Entonces renovemos nuestra devoción a nuestra Santa Madre mientras concluimos este mes de María y, al hacerlo, démonos cuenta de que quien finalmente aplasta la cabeza de la antigua serpiente es la mejor ayuda para que aprendamos cómo lidiar con el mal que nos rodea hoy en el 2013.
¡Gracias por darse el tiempo de leer esto! ¡Que Dios siga bendiciéndolos, a través de la intercesión de la Santa Madre! ¡Alabado sea Jesucristo!