Serie Eucarística #1
A fines del año pasado, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos publicó un documento llamado “El Misterio de la Eucaristía en la Vida de la Iglesia” (2021). Este documento es una especie de plataforma de lanzamiento para un avivamiento eucarístico nacional el cual comenzó este año en la fiesta del Corpus Christi en junio. Para ayudarnos a prepararnos para participar en este Avivamiento de la manera más devota y fructífera que podamos, publicaremos el documento de los obispos sobre la Eucaristía en tipo series en las próximas semanas. La sección introductoria del documento comienza recordando una escena conmovedora de hace dos años:
1. El 27 de marzo de 2020, en un momento temprano de la pandemia mundial, el Papa Francisco caminó solo bajo la lluvia por la plaza de San Pedro vacía para ofrecer una oración por el mundo en un tiempo de crisis. “El comienzo de la fe”, dijo, “es saber que necesitamos la salvación. No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas”, Recordando cuando Jesús dormía en la barca mientras se desataba una tempestad (véase Mc 4, 35-41), el Santo Padre dijo: “El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual”. Ese día, el papa Francisco presidió el rito de la Exposición Eucarística y la Bendición para centrar nuestra atención en la presencia de Cristo en el Santísimo Sacramento. El Papa nos recordaba que incluso en un momento de turbulencia y crisis, Jesús está presente entre nosotros, tan presente como lo estuvo hace mucho tiempo en la barca en el mar de Galilea.
2. De manera similar, el papa san Juan Pablo II nos recordó esta presencia permanente cuando nos repitió las palabras de Cristo: Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo (Mt 28, 20). También, proclamó: “Esta promesa de Cristo sigue siendo escuchada en la Iglesia como secreto fecundo de su vida y fuente de su esperanza. Aunque el domingo es el día de la resurrección, no es sólo el recuerdo de un acontecimiento pasado, sino que es celebración de la presencia viva del Resucitado en medio de los suyos”.
3. Invocamos estas inspiradoras palabras del santo papa Juan Pablo II al ofrecer estas reflexiones sobre la importancia de la Eucaristía en la vida de la Iglesia. Lo hacemos conscientes de cómo la pandemia nos ha obligado a mantenernos físicamente distantes unos de otros y, por un tiempo, a ver la celebración de la Misa en una pantalla de televisión o computadora. Muchos de los fieles parecen haber visto fortalecida su fe y su deseo de la Eucaristía por una separación tan larga. Al mismo tiempo, como pastores sentimos que otros, habiendo vivido sin Misa durante tanto tiempo, pueden haberse desanimado o acostumbrado a vivir sin la Eucaristía. En muchos sentidos, la pandemia todavía está con nosotros.
4. Como cristianos, sabemos que necesitamos que Cristo esté presente en nuestras vidas. Él es nuestro sustento mismo como nos recordó: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes (Jn 6, 53).