Este año, el Viernes Santo se vivió de manera más profunda en algunas de nuestras comunidades hispanas. Parroquias como San Judas y Santo Tomás en Beloit, San Juan Bautista en Waunakee, y la Catedral de San Rafael (Iglesia Holy Redeemer) en Madison ofrecieron dramáticas interpretaciones de la Pasión y Muerte de Jesucristo con un Vía Crucis viviente en sus respectivas iglesias.
A solo un mes o menos de la Semana Santa el Padre José Luis Vazquez, sacerdote asociado de Holy Redeemer en Madison, animó a su consejo pastoral de hispanos a unirse para ofrecerle a la comunidad hispana de la Iglesia Holy Redeemer un Vía Crucis viviente la noche del Viernes Santo. Otoniel Ortega, miembro de la Parroquia Catedral comenta que “esto no estaba en nuestros planes, pero sí en los planes de Dios,” ya que él describe la experiencia como una transformadora y de conversión no solo para los que asistieron a orar el vía crucis sino también para el equipo de voluntarios que practicaron por tres semanas y actuaron el vía crucis. Este equipo practicó por tres semanas desde las 8:00 p.m. hasta las 10:30 p.m. y una vez hasta después de la medianoche. Aunque cansados, cada vez salían más contentos.
El Vía Crucis viviente se ofreció la noche del Viernes Santo frente al santuario en Holy Redeemer. Participaron más de 20 voluntarios tomando varios personajes de la narración de la Pasión y cerca de 500 feligreses se reunieron esa noche para vivir, orar, y meditar de manera personal y en comunidad.
Otoniel comenta que parecía ser una tarea difícil: “Fue algo tan espontáneo que pensamos que no fuera posible. Pero Dios siempre obra en todo momento, así que comenzamos a llamar algunas personas y gracias a Dios su respuesta fue positiva”. Aunque tenían la mayoría de los personajes, el reto más grande era encontrar a alguien que se sintiera digno de representar el personaje de Jesús. “Dos días después [de la reunión del consejo],” dice Otoniel, “ante el Santísimo le pedí a Dios que nos mandara un hombre que Él [Dios] gustaría que lo representara y el Señor me puso en mi Corazón a Darwin Gamoneda”. Otoniel lo contactó después de su tiempo en adoración y Darwin aceptó representar a Jesucristo en el vía crucis, aunque solo dijo “Sí” después de que Otoniel le dijera que Dios le había puesto ese nombre en su corazón, ya que inicialmente Darwin no se sentía digno de hacerlo.
Otoniel comparte que “la procesión fue algo hermoso porque vimos mucha gente que fue tocada a través del vía crucis. Vimos varios jóvenes conmovidos, varias familias muy atentas a lo que estaba pasando, desde el principio hasta el final . . . el personaje que representó a ‘Jesús’, él vivió el Vía crucis desde dentro de su corazón”. Comenta Otoniel que al finalizar el vía crucis el hombre representando a Jesús iba “llorando con un dolor profundo porque más allá de sentir los golpes físicamente, él sentía el dolor que le causaba a Jesús con sus pecados”.
La exitosa representación del Vía Crucis en Holy Redeemer, al igual que en las otras comunidades en nuestra diócesis, es algo que nace de la tradición hispana católica de vivir al máximo la Pasión y Muerte de Cristo el Viernes Santo. Es un momento de reconocer nuestros pecados y reconocer que nosotros mismos hemos colocado al Señor en su sufrimiento en la cruz. Ahora que vivimos en la alegría de la Resurrección, nuestros corazones transformados, como el de Darwin y las familias de la Catedral, están llenos de esperanza y gratitud.
Lorianne Aubut es la coordinadora de la Oficina del Ministerio Hispano de la Diócesis de Madison.