JEFFERSON — El pasado Sábado 11 de Junio, con motivo del retiro de la Hna. Ana Luisa Céspedes, se llevo a cabo una fiesta sorpresa para despedirla y agradecerle por todo su trabajo y dedicación a nuestras comunidades. Esta celebración se hizo en el Riverside Park de Watertown. La fiesta fue organizada entre las comunidades de Jefferson, Marshall y Watertown, comunidades que la Hna. Ana Luisa atendía desde hace 16 años.
Los invitados comenzaron a llegar desde las 12:00 p.m. al salón. A la hermana se le cito a la 1:30 p.m. en el parque para una “junta” con el comité guadalupano de la Iglesia de Watertown.
Cerca de la hora, haciendo el menor ruido posible, comenzamos a prepararnos para la llegada de la Hermana. En cuanto entro todos de pie y con gran alegría gritamos a una sola voz “Sorpresa” y le dimos un fuerte aplauso. La Hermana estaba muy contenta y asombrada, comento que ya sospechaba algo pero nunca imagino todo lo que se le tenía preparado.
Después de su llegada, la Hermana, muy emocionada, dirigió unas palabras para saludar y agradecer a todos los presentes.
Se le invito a pasar a la mesa principal para dar seguimiento a la lectura de una carta redactada por la comunidad de Marshall, en la cual se hablaba de todo el trabajo realizado por la Hermana desde sus inicios, en el año de 1994 en la comunidad de Jefferson, hasta el mes de junio del presente año, agradeciéndole por el tiempo, paciencia, amor y esfuerzo dedicado a nuestras comunidades. La carta fue leída en español por un representante de la comunidad de Watertown y en ingles por un miembro de la comunidad de Jefferson.
A continuación, el coro de niños de cada comunidad, presentaron un canto a la Hermana que prepararon con mucho amor y dedicación. El primer coro de niños en participar fue el de la comunidad de Marshall, vestidos de color amarillo, en seguida el coro de la comunidad de Jefferson, vestidos de color azul y al final el coro de la comunidad de Watertown, vestidos de color blanco. Cada uno de los niños al momento de su presentación sostenía una rosa que al final del canto entregaron a la Hermana, la cual se veía muy conmovida y alegre escuchando a los niños cantar.
Al finalizar la presentación de los niños se le hizo entrega de una placa en reconocimiento por los 16 anos de esfuerzo, entrega, servicio y dedicación a nuestras comunidades. La placa fue entregada por dos representantes de cada una de las comunidades presentes.
Para dar paso a la hora de comida, la Hermana realizo la bendición de los alimentos. Los invitados dirigidos por la comunidad de Marshall, comenzaron a pasar ordenadamente por sus platillos. La hora de comida fue amenizada por el Sr. Guillermo Navarro interprete de musica regional que nos deleito con la interpretación de algunas de las canciones más famosas de México. La comunidad entera coreaba las canciones mientras disfrutaba del delicioso menu: arroz, frijoles, guisados de pollo y de carne, ensaladas, variedad de salsas y sin faltar nuestras tradicionales tortillas de maíz.
Siguiendo con el programa, después de la hora de comida, se dio paso a la repartición del pastel. Por supuesto la festejada nos hizo el honor de partir el primer pedazo del delicioso pastel. El Padre Loran Miller y el Padre Leo Petrimoulx nos ayudaron a partir el pastel mientras algunos de los miembros de las comunidades lo repartían a los invitados.
En seguida el coro de la Iglesia de Watertown presento un canto llamado “Canto del Misionero” que le prepararon con mucho cariño a la Hermana.
Más tarde se contó con la participación del Centro Cultural “Mintsita Mexicani”. Unos bailables fueron presentados por el grupo de adultos y otros más por el grupo de niños. La Hermana y los invitados disfrutaron enormemente de esta presentación.
Para finalizar, el interprete de musica regional Guillermo Navarro, realizo una presentación mas, solo que en esta ocasión complaciendo a algunos de los invitados con las canciones que le pedían, tanto fue su éxito que la comunidad le pedía canciones una y otra vez.
Agradecemos a cada integrante de la comunidad de Jefferson, a cada integrante de la comunidad de Marshall, a cada integrante de la comunidad de Watertown que gracias a su colaboración y esfuerzo hicieron posible este evento. Gracias a los sacerdotes que nos hicieron el honor de estar presentes: Padre Thomas J. Coyle de Jefferson, Padre Loran Miller y Padre Leo Petrimoulx, sacerdotes Capuchinos y Padre Brian J. Wilk de Watertown. Y GRACIAS por supuesto al Rey de Reyes y Señor de Señores, nuestro Dios que nos concedió la oportunidad de reunirnos formando una sola comunidad, guiandonos con la sabiduría del Espíritu Santo, y otorgandonos la fortaleza para sobrepasar cada uno de los obstáculos que se iban presentando, sabemos que no fue fácil, pero una vez mas comprobamos de que todo en Dios lo podemos y para El no hay imposible!