El segundo domingo de Pascua, la Iglesia Universal celebra la Fiesta de la Divina Misericordia, la cual fue instituida por San Juan Pablo II para recordarnos el inmenso perdón de Cristo [acabada de celebrar el 16 de abril de 2023]. La devoción al Señor de la Divina Misericordia congrega a millones de católicos que cada año expresan su amor y gratitud a Jesús, a través del rezo de novenas, de la Coronilla de la Divina Misericordia, procesiones, entre otras prácticas religiosas.
Esta devoción se ha extendido en todo el mundo por las gracias especiales que el Señor concede a sus fieles devotos. No obstante, su importancia radica en recordar el siguiente mensaje que el mismo Cristo nos transmitió: Dios es Misericordioso y nos ama a todos, “y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia”, como escribió Santa Faustina en su diario.
A continuación, compartimos [algunos] datos que todo católico debe saber sobre el Domingo de la Divina Misericordia:
1. El Domingo de la Misericordia se origina en revelaciones privadas
La celebración de esta fiesta se origina en las revelaciones privadas de Cristo a la religiosa polaca Santa Faustina Kowalska en el pueblo de Plock, en Polonia, en el año de 1931. Durante las apariciones, el Señor Jesús le transmitió una serie de mensajes sobre el significado de su Divina Misericordia y le encargó difundir su devoción por el mundo.
2. Forma parte del calendario de la Iglesia gracias a San Juan Pablo II
En el año 2000, San Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia señaló que “es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de ‘Domingo de la Divina Misericordia’”. (Homilía, 30 de abril, 2000).
3. Esta revelación privada tiene efectos válidos en la liturgia
En su comentario teológico sobre el mensaje de Fátima, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, después Papa Benedicto XVI, escribió: “podemos añadir que a menudo las revelaciones privadas provienen sobre todo de la piedad popular y se apoyan en ella, le dan nuevos impulsos y abren para ella nuevas formas. Eso no excluye que tengan efectos incluso sobre la liturgia, como por ejemplo muestran las fiestas del Corpus Domini y del Sagrado Corazón de Jesús”.
4. La Iglesia invita a celebrar la Divina Misericordia de varias formas
Entre otras cosas, ofrece una indulgencia plenaria: “para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice (Juan Pablo II) ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos”. [Decreto de la Penitenciaría Apostólica del 2002]
5. La imagen de la Divina Misericordia fue revelada por Jesús mismo
Esta imagen le fue revelada a Santa Faustina en 1931 y Jesús mismo le pidió que se pintara. Luego el Señor le explicaría su significado y lo que los fieles alcanzarán con ella.
En la mayoría de versiones Jesús se muestra levantando su mano derecha en señal de bendición, y apuntando con su mano izquierda sobre su pecho fluyen dos rayos: uno rojo y otro blanco.
“El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (…). Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos” (Diario, 299). Toda la imagen es un símbolo de la caridad, el perdón y el amor de Dios, conocida como la “Fuente de la Misericordia”.
La próxima semana, en la segunda parte de este artículo, estaremos viendo el resto de los datos sobre esta gran celebración católica de la Divina Misericordia.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.