El mes de mayo ha llegado y pronto estaremos celebrando el Día de las Madres como lo es celebrado en los Estados Unidos. ¡Feliz Día de las Madres!
Nuestra Iglesia Católica toma este tiempo para reconocer y honrar a todas las madres quienes con sus esfuerzos y amor cuidan de las creaturas de Dios. De la misma manera honramos en ese día y todo el mes de mayo a nuestra Madre y la Madre de Dios, la Santísima Virgen María, quien fue dada a la Iglesia como nuestra madre espiritual por Cristo mismo desde la Cruz.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos comparte en el párrafo 964 que “el papel de María con relación a la Iglesia es inseparable de su unión con Cristo, deriva directamente de ella. ‘Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte’ (LG 57)”. Por lo que si la relación de María con nosotros, la Iglesia, es como la de ella con Cristo, inseparable, nosotros somos llamados a recibirla con amor como nuestra Madre Santa.
En María podemos encontrar un ejemplo de maternidad, compasión, misericordia, fidelidad, humildad y obediencia a Dios. Y estas mismas características son las que definen el corazón de una madre. Una madre no busca su propio bien ignorando el bienestar de su familia y de sus hijos, sino que toma, cada momento otorgado por Dios, como una oportunidad de amar y servir. María también fue una servidora fiel y humilde. En su humildad, ella no pensaba poco de sí misma, pero ella reconocía que ella no era el centro sino Dios mismo en su Hijo Jesucristo.
Al celebrar este hermoso mes de las madres cuando las flores crecen en la primavera, tengamos un corazón abierto a la voluntad de Cristo en nuestras vidas, no tengamos miedo de decir sí al Señor. Pidamos la fortaleza que solo proviene de Cristo para ser madres como María, para ser discípulas misioneras como María, y para ser fuertes y valientes, pisando la cabeza de la serpiente como María. Mujeres y madres, veamos en María no tan solo un ejemplo de vida, pero una apertura hacia el Reino, ya que con Maria llegamos de manera directa a Jesucristo, quien es nuestra Salvación.
María Madre del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Lorianne Aubut es la Coordinadora de Ministerio Hispano y la Coordinadora del Ministerio de Matrimonio y Familia para la Diócesis de Madison. Para información sobre el Ministerio Hispano en la diócesis, eventos y recursos en español vaya a: madisondiocese.org/ministerio-hispano y para compartir sus intenciones de oración con nosotros y toda la comunidad, vaya a: madisondiocese.org/unidos-en-oracion