Durante el final histórico del Congreso Eucarístico, el que tuvo lugar el este pasado julio en Indianápolis, el Obispo Andrew H. Cozzens de Crookston y presidente de la Junta del Congreso Eucarístico Nacional, desafió a los casi 60,000 fieles católicos reunidos en el estadio Lucas Oil a llevar su amor por la Eucaristía y la Iglesia de vuelta al mundo con ellos e identificar a una persona en su vida para evangelizar intencionalmente.
El Obispo Cozzens destacó que la renovación auténtica prevista tres años antes del Congreso Nacional sólo se produciría si los participantes presentes en el congreso aceptaran el llamado a la misión eucarística.
Él le rrecordó a los peregrinos: “¡Lo que recibieron como regalo, deben darlo como regalo!”.
También invitó a los fieles a “caminar” con una persona que actualmente se encuentra alejada de la fe; a orar por ella y hacerse amiga de ella y luego invitar a esta persona a dar un paso más hacia Jesús y su Iglesia.
Si cada uno de nuestros 70 millones de católicos invitara a un amigo, un ser querido o un vecino a la fe, el panorama de nuestra nación y del mundo cambiaría radicalmente.
La iniciativa “Camina con alguien”
Este sencillo plan de cuatro pasos para “caminar con alguien” es algo que los Obispos de los Estados Unidos nos piden a todos que hagamos mientras nos preparamos para el Año Jubilar de la Esperanza, que coincide con el Año de la Misión propuesto por ellos.
En la Diócesis de Madison, el Obispo Donald J. Hying de Madison está animando a todos los fieles a aprender y adoptar este plan de cuatro pasos durante las próximas cuatro semanas de Adviento.
Para ayudar con este esfuerzo, la diócesis ofrece el Estudio para el Adviento “Camina con alguien,” que puede ser utilizado por individuos, familias o grupos pequeños.
Los materiales, incluidos videos del Obispo Hying, guías de estudio, oraciones y más están disponibles en MadisonDiocese.org/CaminaConAlguien
Como afirmó San Pablo VI en su exhortación apostólica sobre la evangelización Evangelii Nuntiandi: “La Iglesia existe para evangelizar”.
Estas poderosas palabras nos recuerdan que nuestra misión principal como seguidores de Jesús debe estar dirigida a aquellos que aún no han escuchado la Buena Nueva, pero también está dirigida a aquellos que ya no practican su fe.
Cada uno de nosotros está llamado a evangelizar, y es el Espíritu Santo quien puede dirigir nuestros esfuerzos para llevar a nuestros hermanos y hermanas a una relación íntima con Jesús y experimentar su amor infinito.
La pregunta que debemos considerar, entonces, es: ¿Quién es esa persona específica que el Señor quiere que acompañe a una relación más profunda con Él?
Camina con alguien: Primer paso
El primer paso en la iniciativa “Camina con alguien” es identificar a esa persona — un familiar, un amigo, un vecino, un compañero de trabajo o un conocido — que necesita la gracia de Dios y está anhelando, perdido o se siente solo.
Saber a qué persona debes acompañar no es necesariamente obvio.
Por eso es importante buscar la guía del Espíritu Santo con respecto a quién quiere que te acerques en este caminar de fe.
Reconocer quien es esa persona debe hacerse con total humildad y en oración intensa.
Dedica un tiempo de tranquilidad para reflexionar sobre las posibilidades. Tal vez anotes nombres específicos que te vengan a la mente y comiences a elevarlos al Señor.
Este primer paso de oración e identificación está estrechamente vinculado al Evangelio del Primer Domingo de Adviento (Lc 21,25-28, 34-36) en el que Cristo insta a sus seguidores a estar vigilantes y a orar.
Necesitamos ser evangelizadores vigilantes, mirando a nuestro alrededor e identificando a aquellas personas en nuestras vidas que se han alejado de la práctica de la Fe, están alejadas de la Iglesia o tal vez nunca conocieron a Jesús en primer lugar.
También necesitamos que nuestros esfuerzos de evangelización se basen en la oración y la Eucaristía. Pasa algún tiempo ante Nuestro Señor Eucarístico con la lista de personas que has compilado y busca la iluminación necesaria para centrarte en esa persona con la que Dios quiere que camines durante este tiempo de Adviento.
Asegúrate también de orar por la gracia que necesitas para ser valiente, tener esperanza y estar lleno de celo para que Dios pueda usarte como un instrumento de invitación. Se valiente y comienza tu caminar de Adviento discerniendo en oración con quién quiere Dios que usted camine en esta peregrinación personal de cuatro semanas en anticipación del nacimiento de Jesús.
¡Qué mejor regalo de Navidad podemos darle a alguien que el don de la fe!
Michael D. Wick es el Director de Misión de la Diócesis de Madison.