Queridos amigos:
En octubre comenzaremos algo muy importante en la vida de la Iglesia, comenzaremos el Año de la Fe. Cuando empiece, será algo muy grande y, si eres un católico activo, simplemente no podrás perdértelo. Un Año de la Fe es un tiempo en el que estamos llamados precisamente a darnos cuenta de que en nuestra Iglesia y en el mundo hay una crisis de fe. Por esa crisis de fe, por el hecho de que nuestro mundo, cada vez más, avanza hacia un espacio sin Dios, es que necesitamos este Año de la Fe para fortalecer nuestra Nueva Evangelización. Ese ha sido el tema que nosotros los obispos hemos tratado mucho con nuestro Santo Padre y con los encargados de las distintas oficinas vaticanas durante nuestra reciente visita ad limina (N.T. visita obligatoria que hacen todos los obispos del mundo al Papa por lo menos una vez cada cinco años).
Estamos llamados a una Nueva Evangelización para lidiar con esta crisis de fe. El mundo avanza hacia la tierra sin dios y el secularismo, y por eso tenemos que combatir la actividad de Satanás así como Jesús lo combatió en el desierto. El tema y el punto principal para la Nueva Evangelización durante el Año de la Fe va a ser uno hermoso: porque apunta a la belleza misma.
Llamado de atención hacia la palabra belleza
Primero que nada, dense cuenta que de queremos llamar la atención del mundo hacia la belleza. La Iglesia es la sede de la Verdad inmutables, pero eso no apela a mucha gente; la Iglesia es el lugar en el que la bondad del Señor se muestra, con Su ley moral; pero eso tampoco apela a mucha otra gente. La Iglesia es también el lugar en el que la belleza de Dios se revela, y aquellos que no tienen tanto entusiasmo, por cualquier razón que sea, sobre la Verdad y la bondad moral con frecuencia están todavía interesados en la belleza, porque la belleza apela a las emociones y nuestro mundo ama celebrar los sentimientos. Así que queremos hacer un llamado al mundo para que “vengan con nosotros, en Cristo, a experimentar la belleza”.
Ahora, ¿de qué tipo de belleza estoy hablando, qué significa esto? Sin que esto sea sorpresa, existen tres niveles de belleza en los que quiero centrarme.
La belleza de sus vidas en caridad
El primer nivel de la belleza en la Iglesia es la belleza de la gente, la belleza de sus vidas en caridad. Hay una gran cantidad de caridad en esta diócesis y la expresión de ella es inequívocamente hermosa. En este tiempo de Cuaresma estamos llamados a recordar que siempre podemos hacer más, porque si no damos un testimonio brillante de caridad, entonces la Nueva Evangelización está frustrada. Y no me refiero solamente a nuestro testimonio a través de acciones caritativas, esas son importantes, pero hablo de la caridad como disposición al profundo amor entregado. Y eso significa caridad hacia todos. Ese amor entregado de la caridad es la base de cualquier otra belleza que podamos ofrecerle al mundo, y es especialmente la belleza que queremos ofrecer cuando estamos buscando a Jesús.
La belleza de la creación
El segundo nivel de belleza al que queremos invitar a otros a compartir, construyendo sobre la base de nuestra caridad, es la belleza de la creación. La Iglesia es verdaderamente “verde”, pero no simplemente en la que otros están interesados en ser “verdes”. La belleza de la creación es recibida todos los días del Creador, con la que sabemos que hay armonía en la naturaleza, y que estamos llamados a ser responsables en cuanto a la armonía de la naturaleza. Esta es una consciencia algo nueva para muchos, especialmente los estadounidenses, y para muchas personas relacionadas al tema. Ese entusiasmo es maravilloso porque la armonía que buscamos para velar por la naturaleza es la armonía que fue puesta allí por Dios.
Dios ha escrito las leyes de la creación. Podemos ver así lo que genera armonía y también lo que genera que ella se rompa. Así tratamos de evitar que lo que causa el rompimiento de la armonía, y al mismo tiempo intentamos promover lo que causa la armonía. Pero la belleza de la naturaleza es la belleza que fue dada por Dios, de acuerdo a Sus leyes.
La creación habla el lenguaje de la armonía y podemos hablar ese lenguaje con la naturaleza o podemos hablar el sinsentido en términos de la falta de cuidado por la hermosa armonía en la naturaleza, que es un don de Dios para nosotros.
La belleza que emerge cuando el lenguaje de la creación se habla correctamente y debidamente respetado para que haya armonía, se aplica no solo a la naturaleza física alrededor de nosotros, en términos de nuestro ambiente, sino también a la naturaleza humana. Y la Iglesia tiene un especial don y deber para percibir y ofrecer al mundo la belleza de la naturaleza humana en armonía, la ecología de la naturaleza humana y el lenguaje de la misma, el lenguaje del pináculo de la creación.
A nosotros, la Iglesia, se nos ha confiado de manera especial hablar ese lenguaje. Ese lenguaje de la creación está escrito en cada corazón humano y está disponible para que todo ser humano lo hable, pero la Iglesia es quien lo acepta, lo promueve y lo proclama como el don hermoso de Dios que es. Protegemos la ecología de la naturaleza humana porque su lenguaje es verdadero, es la verdad para todo. El lenguaje de la creación no es católico en su origen. Los católicos hablan ese lenguaje porque es verdad y es belleza.
¿Qué nos dice el lenguaje de la naturaleza humana? Nos dice cosas que sabemos, pero que a veces perdemos de vista. Ese lenguaje nos dice que todo ser humano tiene una dignidad inherente que todos pueden conocer, al reflexionar sobre la belleza de la naturaleza humana. Al reflexionar atentamente sobre este tema, el lenguaje de la creación nos dice que nada es más sagrado que una vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural. El lenguaje de la creación nos dice la hermosa verdad de que el matrimonio se da entre un hombre y una mujer, de por vida, con la apertura a los hijos. Ese es el mensaje del lenguaje de la creación. Esto tiene todo que ver con proteger la ecología humana.
Este lenguaje es lo que hace que nuestra humanidad sea hermosa y que cuando distorsionamos ese lenguaje nuestra humanidad se convierte en nuestra enemiga, en vez de nuestra amiga. Esta es una belleza que todos los seres humanos, por el simple hecho de ser humanos, están llamados a reconocer. Sin embargo, dado que esto es auténticamente humano, la Iglesia lo proclama: la verdad del lenguaje de la creación. No es una verdad católica, sino que a través de Jesucristo tenemos una perspectiva sobre la belleza de la naturaleza humana y así se convierte en una de las principales cosas que debemos ofrecer al mundo, y ofrecérselas a quienes están buscando a Dios durante el Año de la Fe.
La belleza de la liturgia
Finalmente, en el Año de la Fe, queremos ofrecer al mundo y a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia, la belleza de la liturgia. No voy a escribir mucho sobre esto ahora, porque ya lo he hecho, y lo haré en otras ocasiones, pero la liturgia nunca debe ser algo menos que hermoso. El Año de la Fe será un tiempo para todos nosotros en nuestras familias parroquiales para reflexionar sobre nuestras liturgias y sobre si de hecho son algo menos que hermoso. Tenemos una hermosa nueva traducción, pero la belleza de la traducción no puede hacer a la liturgia misma. Necesitamos gente hermosa y caritativa que celebre de un modo que sea hermoso y armonioso con la nueva traducción, para que toda la liturgia, desde el principio hasta el fin, sea hermosa. El Año de la Fe es un tiempo para pulir la expresión de la belleza en la liturgia, y tendremos muchos tipos de sugerencias sobre cómo hacer eso.
Si las personas ven belleza en los discípulos de Jesucristo, los cristianos católicos, si ven la belleza de la naturaleza de la creación, especialmente en el ser humano; y si la gente respeta y quiere hablar correctamente el lenguaje de la creación; y si además la gente ve la belleza en nuestra liturgia, entonces la Nueva Evangelización brotará y dará abundante fruto. Eso es lo que queremos proclamar. Ese es el mensaje de nuestra Nueva Evangelización.
Muchas gracias por leer esto. ¡Que Dios los bendiga a ustedes y los suyos. Alabado sea Jesucristo!