Esta columna es la comunicación del Obispo con los fieles de la Diócesis de Madison. Cualquier circulación más amplia va más allá de la intención del Obispo. |
Queridos amigos:
El Adviento ya está con nosotros. Hemos concluido el Año de la Fe con gusto y ahora estamos llamados a iniciar, nuevamente, el camino de un nuevo año litúrgico.
Este camino comienza, como siempre, con nuestra preparación para ingresar al momento más importante de la historia: cuando Dios se hizo hombre.
Que el Creador eterno del universo haya venido entre nosotros, no solo para morar, sino para llamarnos a la vida con y como Él, significa un completo reordenamiento de todo, de cada pequeña cosa.
La realidad profunda de la Encarnación y sus implicancias para nuestra vida es la razón por la que tenemos un tiempo de Adviento cada año: nos damos el tiempo para considerar cómo cada uno responde a la presencia de Dios en nuestra vida y lo que eso significa para nosotros.