Queridos amigos:
Parece como si hace muchísimo tiempo hubiéramos visto la película El Exorcista (y parece muy vieja porque fue en los años 70s) pero había una escena y una línea que se me quedaron grabadas. No fue ninguna de las imágenes sobre la atronadora presencia del demonio, aunque sí eran lo principal en algunas instancias de la película, y le atribuían al demonio algunas cosas que no puede hacer, sólo para hacerla más sensacionalista.
Pero hubo también mucha sabiduría en la película. La escena que recuerdo muy claramente fue la parte en la que el santo y anciano exorcista, el Padre Merrin, llega a la casa en donde la pequeña niña estaba poseída por el demonio y el sacerdote y psicólogo más joven le hace un resumen al Padre Merrin sobre la situación de la posesión. Luego de mucha conversación, estudio, mucha reflexión, el joven sacerdote le dijo al Padre Merrin que “hay al menos tres espíritus que están en posesión de esta pequeña niña”. El Padre Merrin ni siquiera la había visto y tampoco había hablado con nadie, pero dijo con gran serenidad: “No Padre Damián, es uno solo”.