|
Esta columna está dirigida a los fieles de la Diócesis de Madison. Cualquier circulación más amplia transgrede la intención del Obispo. |
El domingo pasado se llama con frecuencia “·Domingo del Buen Pastor”. La palabra que usan las Escrituras no ha sido realmente bien traducida al inglés, ya que simplemente se dice “bueno”. La palabra en realidad significa “honorable, valioso, noble” o “tan excelente en todo sentido que su bondad es en sí misma hermosa”.
Y, en particular, nuestro Evangelio del domingo (Jn 10:11-18) señala que el pastor está dispuesto a dar la vida por sus ovejas, él es honorable, valioso y noble en su valor, hasta llegar al punto de dar la vida por sus ovejas. Y hacia el final de ese pasaje del Evangelio, Jesús dice: “nadie me ha quitado la vida, entrego mi vida y la vuelvo a tener nuevamente”.
El pastor es realmente un pastor valiente. Y de esa forma, de muchas maneras mientras los años avanzan, espero que podamos llegar a llamar este día el “Domingo del Pastor Valiente”, en honor a la valentía del pastor que es una de las virtudes claves en las que se enfoca lo que nos hace llamarlo “bueno”.