Queridos amigos, En la columna de la semana pasada, la adaptación de mi homilía dada recientemente, expresé un deseo genuino que quizás dada la suerte de Don Imus, su futuro en la red de radio y televisión, la cultura de la crueldad y perversidad en nuestro país estaba bajo un escrutinio nuevo y llegaría a su fin. Expresé, el deseo que el final de la cultura de crueldad y perversidad podría ser un indicador que un asunto serio de la cultura de la muerte, especialmente en términos del aborto y la investigación de células madre, al igual que la pena capital, por supuesto, podría también estar llegando a su fin. En días recientes ha habido buenas noticias y noticias muy malas. Las muy buenas noticias toman la forma de la decisión de la Corte Suprema de mantener la oposición federal del aborto parcial, que asciende a infanticidio. Esta es claramente una gran victoria para la cultura de la vida y una gran señal de esperanza para el futuro. Las malas noticias, por supuesto, la terrible masacre de los 32 de la Universidad de Virginia Tech. La separación de individuos insociablesLa tragedia de la Universidad de Virginia Tech, pudiera, haber sido evitada muchas veces. El muy enfermo y turbado joven había mostrado señales y síntomas de su propio estado mental por un periodo años. Rogamos que los grandes jóvenes y las grandes jóvenes que fueron sus víctimas y por sus familias en forma muy especial. Y roguemos por la misericordia de Dios por el autor de estas matanzas sin sentido. Al ver la cobertura de la televisión de esta triste tragedia, un elemento en particular resaltó. Los estudiantes que vivían en las habitaciones de residencia con este joven, y otros que lo conocían, hicieron muy claro que estas señales y síntomas no eran de su incumbencia. El individualismo insociable de la cultura americana siempre mantendrá la actitud "Ud. cree lo que quiere y hace lo que quiere, déjenme creer lo que yo quiero y hacer lo que yo quiero". Esta mentalidad particular llega a exagerarse con el extremadamente turbado y descarrilado joven. Todos decidieron poner atención a sus propios asuntos y dejarlo a él a creer lo que quería y hacer lo que quería, y vean a donde nos llevó. El absoluto rechazo de corregir, o de intentar de corregir, a alguien más o invitarlo a la corrección es en realidad una enfermedad epidémica de nuestra cultura. El individualismo que da libertad absoluta de creer lo que sea y hacer lo que sea además aísla al individuo en consideración. Este individualismo es lo opuesto del amor y lo opuesto del respeto. El amor por el otro siempre incluye invitar al otro a ver lo que es verdadero y hacer lo que es correcto. Permitiendo que el otro se aísle en sus propias convicciones y acciones, sin corrección y sin una invitación a la corrección, es en realidad lo opuesto a amor y respeto. Cultura basada en la verdad objetivaMucha gente joven siente dolor y compasiones genuinas por aquellos que están sufriendo en Virginia Tech, pero al mismo tiempo no creen que es su lugar el corregir o invitar a la corrección en términos de la verdad objetiva, incluyendo la verdad moral. Los eventos como la tragedia Virginia Tech solo podrían evitarse cuando todos los seres humanos acepten que su inteligencia humana, su razón, enseñada como verdad objetiva, para que haya unidad en la verdad, solidaridad y corrección en comunidad. Hay muchas personas que se están preguntando ahora si debieron haber hecho o dicho algo más cuando fueron testigos el comportamiento extraño y descarrilado de este joven. Debieron haber hecho algo más, pero para que eso suceda, hubieran tenido que estar en un clima en el cual la verdad objetiva incluyendo la verdad moral fuera reconocida, para que haya una base de llamar la atención al individuo por su comportamiento extraño, para que su propia vida pudiera haber sido ayudada y salvada, y las vidas de los 32 gran jóvenes pudieran haber sido salvados. Promover cultura de amor, y no de crueldadEn los años 70's y 80's viví en residencias universitarias por 11 años. Al principio el abuso del alcohol no se tomaba en cuenta, y así siguió el abuso de actividades sexuales y sexo pre matrimonial que no se tomaba en cuenta. Ese abuso siguió luego con el abuso de drogas que no se tomaban en cuenta, y acabamos de celebrar el aniversario de la tragedia de Columbine, parece ahora que la violencia es una droga nueva el cual también no se toma en cuenta. La clave para promover una cultura de amor, antes que tomar en cuenta una cultura de crueldad y perversidad, la clave para promover una cultura de vida más que de muerte, reside en tener en nuestra sociedad una base común en términos de más básicos objetivos verdaderos, especialmente la verdad moral. Sin esto los peligros del individualismo y aislamiento crecerán aún peor. Continuemos rogando por todas las víctimas de violencia, adonde sea que ocurra, y recemos por nuestras hermanas y hermanos en Virginia Tech y por la consolación y recuperación que solo el Señor puede generosamente otorgarles. Muchas gracias por lee este artículo. ¡Que Dios los bendiga! ¡Bendito sea Jesucristo!
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