Queridos amigos, La semana pasada escribí acerca de las dos audiencias que fui el 3 y 10 de mayo en Roma. En cada audiencia nuestro Santo Padre presenta una catequesis de aproximadamente 20 minutos acerca de un tema en particular el cual desarrolla durante el curso de varias audiencias semanales. El tema en el cual está enfocado actualmente es la inseparabilidad de Cristo y la Iglesia - por el cual no debe interponerse nada entre Cristo y la Iglesia para que alguien pueda ser tentado a decir, "la Iglesia dice o hace esto, pero Cristo lo haría o diría de otra forma." Es verdaderamente un misterio que Cristo ha decidido que la salvación debe de llegar al mundo a través de una Iglesia física, concreta y visible lo cual está deteriorada por el pecado. Pero el pecado y el mal están destinados a ser sobrellevados finalmente por la Resurrección de Cristo, y aunque el pecado y el mal pueden residir dentro de la Iglesia no pueden prevenir que la Iglesia lleve a cabo su plan de salvación de todos de acuerdo a la Providencia de Dios. El 3 de mayo el Santo Padre mencionó el envío de la Iglesia para su misión en el mundo. El Santo Padre señaló que Dios envió Su único Hijo al mundo, y que el Hijo ascendió al cielo y envió al Espíritu Santo a los Apóstoles los cuales fueron enviados a varias partes del mundo, así el Evangelio se mantiene vivo, para que todos lleguen a conocer la verdad de Jesucristo. El Santo Padre luego se dirigió a la misión de los obispos los cuales son enviados de acuerdo a la voluntad del Espíritu Santo hoy en día, así como los apóstoles fueron enviados en aquellos días iniciales de la Iglesia. "Apóstol" significa "aquel que es enviado" y todos los miembros de la iglesia, el Cuerpo de Cristo, son enviados a su misión al mantener la fe con sus propios sucesores locales de los Apóstoles, su propio obispo que está llamado a mantener la fe con el Pedro vivo, nuestro Santo Padre en Roma. Al reflexionar en ésta verdad mencionada por el Santo Padre me da un profundo auto-reconocimiento de mi responsabilidad de ser "el pegamento", como lo he mencionado varias veces, que nos une con la Iglesia local en la Diócesis de Madison a la Iglesia Universal al unirnos al sucesor de San Pedro, nuestro Santo Padre. Cuando el Papa Benedicto dice, "la Iglesia está viva", él quiere decir que los sucesores de los apóstoles son enviados, ellos mantienen la fe viva en la viña del Señor confiada a ellos, y ellos mantienen la fe con Pedro - esta es la unidad a la cual la Iglesia está llamada. El 10 de mayo, el Santo Padre habló acerca de la verdad que Cristo dio a los apóstoles. La palabra más importante en la Biblia, dice Juan Pablo el Grande, es la verdad. Jesús dice, "por esto he nacido, por esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad", y luego rogó que el Padre consagrara a los Apóstoles precisamente en la verdad. El Papa Benedicto continuo reflexionando acerca de cómo el Apóstol Pablo dijo, "Les entrego lo que yo mismo he recibido del Señor". Cristo entrega la verdad salvadora a Sus Apóstoles, y esa verdad salvadora es transferida dinámicamente a través de la historia por la Sucesión Apostólica, que es, cada obispo puede trazar su "linaje" hasta la comunidad antigua de apóstoles. Todos nosotros, como obispos, estamos llamados a entregarles a ustedes precisamente lo que hemos recibido a través de la imposición de las manos de otros que han recibido el regalo de la verdad a través de la historia. Así, la responsabilidad primaria de los obispos es enseñar la verdad con amor para que la gente, confiadas en su cuidado, puedan recibir lo que Cristo les entregó a los Apóstoles desde el principio. De nuevo, esta es una responsabilidad muy desalentadora y una que debo de tomar muy en serio - y siempre ruego por sus oraciones para que yo pueda ser fiel a eso y por mis otras responsabilidades. Pero imagínense - la verdad de Cristo está viva y presente por la salvación del mundo hoy en día así como sucedió en los días iniciales de la Iglesia. Esa verdad nos llama a la unión de mentes y corazones, y todos nosotros necesitamos examinar nuestras conciencias así como nuestra respuesta al llamado de unidad lo cual es precisamente unidad en la verdad de Cristo, enseñado por los Apóstoles y sus sucesores, los obispos. En muchas formas, nuestra Iglesia hoy en día pareciera estar dividida, y así cuan poderosa es la verdad de Cristo, poderosamente suficiente para sobrellevar y sanar cualquier división. Recemos por cada uno en los próximos días que a través del ministerio de los Sucesores de los Apóstoles, los obispos, en unión con el Santo Padre, todos podamos ser consagrados en la verdad. Muchas gracias por leer estas reflexiones de las dos catequesis dadas por el Papa Benedicto durante mis días en Roma. ¡Dios los ama y a todos sus seres queridos! ¡Bendito sea Jesucristo!
Diocese of Madison, The Catholic Herald Offices: Bishop O'Connor Catholic Pastoral Center, 702 S. High Point Road, Madison Mailing address: P.O. Box 44985, Madison, WI 53744-4985 Phone: 608-821-3070 Fax: 608-821-3071 E-Mail: info@madisoncatholicherald.org |