Vocaciones:
Respuesta al llamado universal de la santificación

		Bajo el Libro del Evangelio + Obispo Robert C Morlino

Queridos amigos,

La presente edición del Heraldo Católico contiene un suplemento especial acerca de las vocaciones. El Consejo Vaticano Segundo nos enseña que hay en la Iglesia "un llamado universal por la santificación" que significa que la vida de matrimonio, la vida de soltero, la vida consagrada a la pobreza, castidad y obediencia de hombres y mujeres, el diaconado, y el sacerdocio son todos respuestas de Jesucristo que nos llama a ser santos, que nos llama a la santidad.

Todas éstas vocaciones son por lo tanto regalos muy personales y preciosos. El que es llamado verdaderamente al matrimonio se da cuenta que su mejor visión de Dios es estar casado y ser fiel. El que es llamado por Cristo a seguirlo a El como sacerdote se da cuenta que lo mejor que puede hacer es ser un sacerdote de fe. Y así cada una de las vocaciones que he mencionado.

"Si hay escasez de sacerdotes, debemos por todos los medios de reclutar, invitar y animar a los jóvenes, pero sobretodo debemos de rezar - si hay escasez el único lugar razonable para empezar es el abrir las puertas de nuestros corazones a la gracia de Dios que nos puede ayudar mucho más de lo que nos imaginamos."

Los sacerdotes vienen de matrimonios fieles

Estamos muy al tanto de la escasez de sacerdotes y con frecuencia lo comentamos. Y tal es verdaderamente el caso. Pero muy poco comentamos la escasez de matrimonios fieles de acuerdo a las enseñanzas de Cristo. Todos estamos muy al tanto de la tragedia del divorcio en nuestra sociedad, sin olvidar los más recientes intentos de tomar el lugar de Dios y redefinir el matrimonio. Amenazas en contra de la sagrada vocación del matrimonio son amenazas en contra de la sagrada vocación del sacerdocio porque los sacerdotes fieles vienen de matrimonios fieles de acuerdo a las enseñanzas de Cristo.

En éste mes de enero tenemos 13 hombres estudiando para el sacerdocio en los diferentes niveles de colegio, universidad y preparación formal de teología. Dos de ellos, Eric Sternberg y Michael Radowicz fueron diáconos ordenados el verano pasado y serán ordenados sacerdotes en mayo, dejándonos con 11 hombres para continuar, además de aquellos que puedan empezar su formación seminarista en los diferentes niveles el próximo otoño.

Así en primer lugar todos nosotros debemos de rezar que los hombres de la Diocesis de Madison escuchen el llamado del Señor y sean generosos en su respuesta. La gran calidad de tantos jóvenes en nuestra diócesis nos asegura que esto es una esperanza muy posible, pero al final, es claramente el asunto de la gracia de Dios.

Un celibato fiel no puede ser mercadeado

A veces estamos tentados a buscar formas de "mercadear" el sacerdocio. Mientras que a veces pueda ser posible el "mercadear" el sacerdocio en nuestra sociedad y cultura, no es posible "mercadear" el celibato en el sacerdocio. El sacrificio fiel de la compañía del matrimonio cristiano por el bien del Reino de Dios no puede ser mercadeado - es un regalo por la cual debemos de rogar de rodillas en oración.

El deseo de alguien de quitar ésta práctica de celibato en el sacerdocio en la cultura occidental con frecuencia refleja un deseo de controlar la producción por un mercadeo cuidadoso como nuestra cultura y sociedad le gusta hacer en otras áreas. Pero el celibato fiel en el sacerdocio no puede ser mercadeado ni producido por esfuerzos ni medios humanos. Esto enfatiza el misticismo del sacerdote como si fuera en la persona de Cristo. El regalo del celibato, por el cual el sacerdote depende completamente de la gracia de Dios en cada momento y día a día, se une místicamente a Cristo de una forma lo cual no puede ser duplicada. Y así debemos de rezar por sacerdotes fieles y buenos.

Abramos las puestas de nuestros corazones

El hecho de que los jóvenes en general en nuestra sociedad quieren ser llamados a estándares más altos y elevarse por encima de cualquier clase de mediocridad está a nuestro favor en este momento. A pesar de la escasez de sacerdotes y a pesar de la escasez de matrimonios cristianos fieles, tenemos toda la razón de tener esperanzas porque las puertas del infierno no pueden en contra de la Iglesia de acuerdo a la promesa del mismo Jesucristo. Y así al ser Iglesia, debe de haber Eucaristía, y para que haya Eucaristía, debemos de ordenar sacerdotes.

Si hay escasez de sacerdotes, debemos por todos los medios de reclutar, invitar y animar a los jóvenes, pero sobretodo debemos de rezar - si hay escasez el único lugar razonable para empezar es el abrir las puertas de nuestros corazones a la gracia de Dios que nos puede ayudar mucho más de lo que nos imaginamos. Sabemos entonces dónde tenemos que empezar, humildemente de rodillas en oración, para que el Señor que es muy generoso en Su misericordia pueda una vez más pueda lograr obras maravillosas entre Su gente al aumentar en abundancia los matrimonios fieles cristianos y sacerdotes.

Muchas gracias por leer éste artículo. Que Dios los bendiga a todos. ¡Bendito sea Jesucristo!