Aclaración: Separación de Iglesia, Estado
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Bajo el Libro del Evangelio
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Queridos amigos,
Hago una pauta para desearles la bendición de un Feliz Día de Acción de Gracias a ustedes y sus seres queridos con los cuales se van a reunir durante el día feriado, estoy forzado a ofrecer una reflexión más acerca de las elecciones. No pretendo "agotar el tema" pero el tema no quiere irse.
Desde que las elecciones se efectuaron, he oído y leído declaraciones como la siguiente de muchos católicos: "A mí me enseñaron de la separación de Iglesia y Estado". Muchos católicos basados en esa declaración defienden el derecho a votar de una forma por la cual refleja convicciones católicas fundamentales ya sea directa o indirectamente. Me parece a mí que no puedo dejar esa declaración así: no puede por sí misma, servir para justificar el voto de un candidato pro-escogencia.
Separación de Iglesia y Estado
En la clase de cívica en octavo grado en una escuela pública en Pennsylvania me enseñaron de la separación de la Iglesia y Estado. Lo que me enseñaron fue: la separación de Iglesia y Estado es una doctrina constitucional la cual refrena el Estado de dos cosas: el forzar a la gente de practicar una religión particular o de prevenirle a la gente de que practique una religión particular.
La separación de Iglesia y Estado contenido en la Constitución, que me enseñaron, refrena el Estado de estas dos formas- de ninguna manera refrena a los creyentes o comunidades religiosas pero más bien intenta proteger sus derechos, su libertad de religión. A mí me lo enseñó un profesor que creía correctamente en la interpretación estricta de la Constitución más que el acercamiento de añadir la ideología o preferencia de alguien en la interpretación de la Constitución. Por lo tanto así me enseñaron que la separación de Iglesia y Estado refrena al Estado, y no a los creyentes o comunidades de creyentes.
"Como católicos, el Consejo del Vaticano Segundo nos enseña que no hay una pared sin abertura entre la Iglesia y el Estado."
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Enseñanzas del Vaticano Segundo
Segundo, la Iglesia Católica ha enseñado claramente en los documentos del Vaticano Segundo que el papel del Estado o la autoridad civil con referencia a religión y al ejercicio libre de religión. En el Decreto del Vaticano Segundo en la Libertad de Religión, número 6, leemos lo siguiente: "Es una parte integral de la responsabilidad de cada autoridad civil salvaguardar y promover los derechos humanos inviolables. El Estado está por lo tanto obligado a dar una protección efectiva a la libertad de religión de todos los ciudadanos con leyes justas y otras formas apropiadas, y el asegurar condiciones favorables para fomentar una vida religiosa. Por estos medios los ciudadanos tendrán una oportunidad real de ejercer sus derechos religiosos y llenar sus responsabilidades, y la sociedad se beneficiará de los frutos de la justicia y la paz la cual son resultado de la fidelidad de la gente de
Dios y Su santa voluntad."
Como católicos, el Consejo del Vaticano Segundo nos enseña que no hay una pared sin abertura entre la Iglesia y el Estado. De hecho es el papel del Estado no simplemente el tolerar sino favorecer el ejercicio libre de religión. Lo que a mí me enseñaron en la clase de cívica acerca de la separación de Iglesia y Estado indicaba que el Estado no debería de hacer, por ejemplo, sin forzar a los individuos a practicar una religión especifica o no.
Lo que la Iglesia Católica a través del Vaticano Segundo nos enseña adicionalmente es que el Estado debería de una forma positiva favorecer el ejercicio libre de la religión porque como el Consejo lo dice, "la Sociedad misma se beneficia de los frutos de la justicia y la paz que son resultado de la fidelidad de la gente de Dios y Su santa voluntad".
La aclaración debe de hacerse
La interpretación de la Constitución y la enseñanza del Consejo del Vaticano Segundo acerca de la separación de la Iglesia y el Estado son absolutamente compatibles. La Constitución indica que el Estado no debe de hacer y el Consejo del Vaticano Segundo indica lo que el Estado debe de hacer. Si a la gente se le enseña lo contrario, y ellos quieren ser fieles a la Constitución y ser Católicos fieles, yo los invitaría a reconsiderar su actitud hacia la separación de la Iglesia y el Estado.
Las nociones incorrectas de esa separación están causando una confusión grave entre los católicos y algunas confusiones se viven y son iniciadas por los políticos católicos o mantenedores de oficina que ciertamente deberían de hacerlo mejor. Como lo dije antes, es importante que esta aclaración sea hecha por el comentario después de las elecciones de un número grande de católicos que me parece amerita una corrección. Yo hago esta corrección con amor por toda la gente de buena voluntad que tienen el derecho a la verdad, y hacerlo de una manera humilde sin pasarles mi propia opinión, sino la interpretación estricta de la Constitución y la enseñanza clara de la Iglesia Católica.
Es hora de acción de gracias
Después de haber dicho eso, recordándoles de nuevo que durante el Año de la Eucaristía que la palabra "Eucaristía" significa acción de gracias, renuevo mis buenos deseos y oraciones para ustedes y los suyos en este momento día feriado de la nación. Recordamos todos las bendiciones que hemos recibido en nuestra vida, las bendiciones manifestadas la cual disfrutamos, y los bendiciones escondidas que a veces hieren o causan dolor pero nos hace más fuertes, y sobretodo todas las bendiciones de la Eucaristía presencia de Cristo, que garantiza nuestro destino de dar gracias no solo en el Día de Acción de Gracias sino con los ángeles y los santos de toda la eternidad ante el Señor en el Cielo.
Muchas gracias por leer este artículo. Que Dios los bendiga a todos. Feliz Día de Acción de Gracias. Bendito sea Jesucristo.
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