Una reflexión después de la elección
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Bajo el Libro del Evangelio
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Queridos amigos,
Me sorprendió completamente el escuchar a Bill Schneider, un político sabio de CNN, indicar que el 80% de aquellos que votaron para reelegir al Presidente Bush estaban motivados por su convicción de los valores morales y la verdad moral.
El Presidente Bush ha claramente indicado que ciertas convicciones morales no están para negociar, y Bill Schneider, por otro lado, da muchas apariencias de creer que la verdad permanece simplemente en las últimás encuestas, y después de esta temporada de elecciones no necesitamos ninguna otra persuasión en cuanto a la fluctuación y la falta de fiabilidad de ciertas encuestas.
Schneider además comentaba que los Estados Unidos es un país diferente en este aspecto- que mucha gente tiene una gran preocupación por los valores religiosos y morales. El precisamente señalaba con impaciencia que tal preocupación no se manifestaría por sí misma en muchos lugares del Occidente de Europa por ejemplo. Que buenas noticias que muchos americanos, muchos republicanos, y muchos demócratas, creen en la verdad moral que no cambia y están dispuestos a expresar que de una forma concreta, en su voto. Hay realmente apoyo de dos partidos políticos por la verdad!
La verdad moral no impide la democracia
Es interesante que en días recientes el Santo Padre mismo ha dicho lo siguiente, "Hay, por ejemplo, la tendencia de considerar que el relativismo es la actitud de pensamiento que corresponde mejor a las formás políticas democráticas, como si el conocimiento de la verdad y la adherencia a ella son un impedimento." El relativismo en nuestro país y en nuestra cultura se manifiesta más frecuentemente que la convicción acerca de la verdad moral, y yo tendría que creer eso que aquellos que abrazan el relativismo lo ven como la compañía natural de la democracia, donde buscamos el maximizar los derechos de cada individuo.
"La verdad moral no es en ninguna manera un impedimento de la verdadera democracia sino la fundación necesaria de cualquier democracia."
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Sin embargo, la única razón para maximizar los derechos de cada individuo en nuestra forma democrática de gobierno es el valor sin igual sagrado de cada ser humano, lo cual es por si mismo una verdad moral no negociable. La verdad moral no es en ninguna manera un impedimento de la verdadera democracia sino la fundación necesaria de cualquier democracia, especialmente la verdad acerca del valor y la dignidad de la persona humana.
El Santo Padre continúa diciendo, "si la acción política no tiene referencia a una exigencia ética más alta, aclarado alternadamente por una visión integral del hombre y la sociedad, termina sirviendo fines inapropiados o ilícitos. La verdad por lo contrario es el mejor antidote para el fanatiquismo ideológico en el reino científico, político y además religioso.
Y por encima de todo recientemente el Reverendo Kendall Harman, un clero de Carolina del Sur en la Iglesia Episcopal y miembro del Consejo Anglicano Americano, indica, "la comunión Anglicana es una familia maravillosa, pero ellos han enfatizado la familia hasta un punto de negligencia de muchos otros factores, uno de los cuales es la verdad. La familia solo tiene unidad real si tiene unidad en la verdad."
Es mi sincera esperanza y ruego que estos indicadores de homenaje hacia la verdad objetiva, la motivación de muchos en nuestro propio electorado americano, el trabajo del Santo Padre, y las palabras de este clero Episcopal que señalan un cambio hacia el respeto por la verdad a un nivel mucho más alto.
No se puede perder visión de la verdad no negociable
Durante la elección yo en ningún momento me incliné por ningún candidato o partido político. Después del evento yo debo decir que mi esperanza por el progreso en nuestra cultura hacia el abrazar la verdad objetiva, más que presumir un auto-centrado, relativismo individual, ser materializará cada vez más. Para estar seguros que ambos candidatos para presidente mantuvieran nuestra consideración algunos propósitos, sueños y planes muy nobles.
Pero la fundación de nuestra democracia, por el cual vale la pena luchar y morir, es la convicción acerca la dignidad sin igual de la persona humana la cual se aplica igualmente a cada ser humano, especialmente a los más débiles y los más indefensos. Si perdemos la visión de esa verdad no negociable, todos nuestros otros propósitos podría derrumbarse fácilmente porque dependen de esta verdad que no se negocia para su propia credibilidad y para su mérito. Eso es mucho en qué pensar acerca de clima de la elección pasada.
Que nuestras oraciones estén con los ganadores de la elección reciente y aquellos que no obtuvieron la victoria, confiados que sus intenciones hacia el bien de nuestro país sean loables, y agradecidos por las cantidades increíbles de tiempo, energía, de ellos mismos y de sus familias que invirtieron en sus campañas electorales. Recordemos especialmente a la señora Elizabeth Edwards quién recientemente fue diagnosticada con cáncer de mama, rogando por curación completa y rápida. Y continuemos rogando a Dios que bendiga a esos elegidos para servir nuestro país, y que Dios continué bendiciendo a América.
Muchas gracias por leer este artículo. Que Dios bendiga a todos ustedes y sus seres queridos. Bendito sea Jesucristo!
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