Dos regalos especiales entre muchos que el Obispo ha recibido
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Bajo el Libro del Evangelio
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Queridos amigos,
La semana pasada tuve dos momentos especiales entre los muchos
regalos por lo cual el Señor continúa dándome
como su nuevo Obispo. El viernes ofrecí la Misa en nuestra
Catedral al mediodía, celebrando el Reinado de la Santa
Virgen María, habiendo invitado la semana anterior a la
gente de fe para quienes les interesara rezar el rosario conmigo
después de la Misa, en la clínica donde se
efectúan los abortos en frente de la rectoría de la
Catedral.
"Si Jesus mismo es en realidad quién llama a un joven, parece inconcebible que el regalo no sea aceptado."
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Rezar el rosario en la clínica de abortos
La Catedral estaba completamente llena, lo que me sorprendió, y cientos de personas me acompañaron a rezar el rosario después. Les hablé por supuesto de la preocupación por los bebés por nacer, por la preocupación de las mujeres quienes caen víctimas de la tragedia del aborto y por aquellos que ejercen éste procedimiento y asisten en su ejecución.
El aborto es por lo tanto un crimen abominable como lo indica el
Consejo Segundo del Vaticano. Aquellos que promueven el aborto o lo
ejecutan o asisten en el procedimiento son las personas humanas por
las cuales Jesuscristo murió, y como personas se merecen
nuestro amor y respeto. Nuestro reto es el buscar como corregir el
error horrendo del aborto y al mismo tiempo permaner respetuosos y
amigables hacia aquellas personas quienes están en tal
error.
Creo que empezamos muy bien. La mejor cosa que podemos hacer
para nuestros prójimos quiénes rehusan la verdad
moral que nosotros apreciamos tanto, y la mejor forma de mostrar
nuestro amor y respeto es el rezar por ellos, y eso fue
precisamente lo que hicimos en ese ambiente de tanta paz y
comunión en el Señor Jesus. Qué regalo tan
espectacular fue ese, y me emociana pensar en la siguiente
oportunidad que nos reunamos. Se me ocurre que talvez podemos hacer
esto conmigo rezando el rosario una vez al mes.
El recibimiento de los seminaristas a la Candidatura de las Santas Ordenes
El segundo regalo especial fue el recibir nuestros dos
seminaristas, Michael Radowicz y Eric Sternberg a la candidatura de
las Santas Ordenes - ésto representa su declaración
pública final de su aceptación al llamado de Cristo a
ser sacerdotes y diáconos. Sus vocaciones son un gran regalo
de Cristo para nuestra diócesis y al rezar por ellos y por
los otros cuatro seminaristas, Brian Dulli, Greg Ihm, Ben Kessler y
Lance Schneider refleccionemos un poco en éste tema del
sacerdotado.
El milagro de la presencia Eucarística
Todos nosotros estamos llamados, como nos enseña el Santo
Padre, a estar asombrados por el milagro de la presencia y
celebración Eucarística. La Eucaristía
contiene la experiencia mística más poderosa posible
de una persona humana - no sólo no nos tenemos que salir de
nuestro cuerpos para disfrutar esta experiencia mística -
sino de hecho nuestro cuerpo es necesario al compartir el alimento
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
El misticismo de la Eucaristía envuelve a la persona como
un todo, retrocediéndonos hacia el tiempo del Monte
Calvario, haciéndones presente al eterno sacrificio de
Cristo y llevándones hacia la gran alabanza del Padre eterna
del cielo guiada por Cristo con el Espíritu Santo. La
celebración Eucaristíca nos eleva a más alla
del tiempo y nos permite estar místicamente presentes ambos
en el pasado como en el futuro. Ah!. Esa sí que es una
expresión de asombro.
El misticismo de la Eucaristía enlazado con el sacerdotado
El Misticismo de la Eucaristía se enlaza con el
misticismo del sacerdotado, porque es sólo a travez del
sacerdote, quién está en la persona de mismo Cristo,
que el sacrificio y la celebración de la Eucaristía
sean ofrecidos. Estar en la persona de Cristo!, Ah!
Es en este misticismo que con el poder de la gracia pueden
motivar a un joven a sacrificar el matrimonio y también la
familia para que él pueda responder completamente a
ésta llamada - como lo dice tan bien el Arsobispo Dolan:
"dedicando cada célula del cerebro y cada célula
esperma" al servicio desinteresado del Señor y su gente.
Si Jesus mismo es en realidad quién llama a un joven,
parece inconcebible que el regalo no sea aceptado. Nuestra cultura
ha hecho muy difícil que ése regalo sea aceptado. El
regalo del celibato del sacerdote ya no es visto como un regalo
sino como una carga. El sacerdotado llega a ser más que una
vocación mística, sino otro trabajo usualmente sin
buena paga y largas horas de trabajo.
Animen e inviten a los jóvenes
Ustedes y yo en la Diócesis de Madison necesitamos a
animar e invitar a los jóvenes para que consideren a ver si
Jesus les está llamando al sacerdotado. Necesitamos rezar
por ellos. La mayoría de los jóvenes no están
llamados a ser sacerdotes, pero algunos están llamados para
que la celebración y sacrificio de la Eucaristía sea
ofrecida cuando se necesita y nuestra gente sea servida bien.
Estoy convencido que hay muchos jóvenes en nuestra
Diócesis quienes son llamado, pero no pueden oir el llamado
porque la cultura no lo permite. Ustedes y yo, particularmente los
padres de familia y abuelos de jóvenes y en una forma muy
especial las madres son los instrumentos que se necesitan para que
crezca la concientización de ésta posible llamada del
Señor.
El promuever las vocaciones una de las prioridades más altas
La promoción de las vocaciones es y será una de
mis prioridades mayores - y por lo tanto me he nonbrado el Director
temporal de las Vocaciones e intento ser un reclutador muy activo,
asistido probablemente por un equipo de nuestros sacerdotes.
Pero todos tenemos que rezar por las vocaciones y hablar del
asunto, invitando y animando a los jóvenes para que recen
seriamente en ésta posibilidad. Y por favor háganme
saber los nombres de los jóvenes que expresan interés
o indíquenme los nombres de aquellos que tal vez puedan ser
candidatos. Yo les aseguro que mis conversaciones con éstos
jóvenes serán muy cordiales,de muy buen humor, y muy
poca presión - sólo Dios puede dar la llamada y si
Dios no está llamando, lo último que yo haría
sería ponerles más presión o forzar el
tema.
Pero para que nuestros jóvenes puedan oir éste
llamado debemos crear un ambiente de más oración y
concientización y espero que ustedes se unan conmigo para
hacer esto.
La importancia de las mujeres consagradas
Al escribir esto no quiero ignorar la importancia de las
vocaciones de las jóvenes en la vida consagrada para que
sean testigas de la santidad por la cual la Iglesia es llamada, la
santidad de María por sí misma. Debemos recordar que
el discípulo perfecto y el cristiano más grande fue
una joven, María nuestra Madre. Y voy a estar atento en el
futuro para buscar formas por la cual concientizar la llamada
posible del Senor a las jovenes paara que vivan la vida de
consagracion.
Mis propias responsabilidades de la Iglesia de Madison hacen que
el tema de las vocaciones al sacerdotado sea una de las urgencias
especiales para mí y para ustedes. En sus vidas de familia
ustedes están llamados a crear la plataforma dónde
los jóvenes puedan llegar a ser animados a la posibilidad de
estar místicamente en la persona de Cristo. En sus vidas de
familia ustedes están llamados a crear el ambiente donde los
jóvenes puedan conversar abiertamente y experimentar ese
ah!. Por favor intenten y recemos unos por otros al hacer este
esfuerzo especial.
Bendido sea Jesucristo!! Muchas gracias por leer mi articulo y
que Dios los bendiga a todos.
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