Regresa a Nuestro Dios del amor eterno
Dios nuestro Señor, si lo dejamos, nos guiará de
la oscuridad de la indecición y del temor a la luz de su
amor y la seguridad de hacerlo como él lo manda. Tal es su
amor eterno.
Temor, soledad y dolor
Todos de diferentes formas pedimos ser aceptados y aveces
tomamos rutas desviadas como una forma de esconder nuestro temor de
ser rechazados al buscar formas que disipan nuestra soledad y nos
dan alivio temporal, solo para descubrir que el dolor se
intensifica.
Somos tímidos en nuestras vidas para aceptar el amor de
Dios, un amor sin condición, porque no nos podemos imaginar
la profundidad del amor de Dios y su contínua presencia en
nuestras vidas. Aveces nos hacemos los ciegos por lo que ese amor
demandará de nosotros.
Yo muy pocas veces, casi nunca, contemplo en oración la
profundidad, longitud y eternidad del amor de Dios sin primero
recordar la enseñanza bíblica de Jesus la cual
conocemos como "El Hijo Pródigo".
El hijo menor en la parábola fue un joven admirable y
prometedor quién seguramente desearía irse al mundo
con la ayuda de la fortuna de su padre, y demostrarle a su padre
que sí podía sobrevivir él sólo, ganar
mucho dinero y establecerse como un hombre respetable y
próspero por los estándares mundanos.
Vagar o decidir
El entonces haría que su padre estuviera muy orgulloso de
él, pero no resultó siendo así. El joven
empezó a probar de la fruta prohibida, ambicóon
intensa, y una búsqueda destorcionada por el placer. El
empezó a buscar las vías mundanas que lo llevaron
últimamente a la ruina y al desastre. El terminó en
bancarota y pobre, cubierto con pesares, oportunidades perdidas y
en diferentes maneras llegó a ser como despojo del mar
golpeado por las olas. El se despertó un día y dijo,
" Yo debo ir a la casa de mi padre", y en el camino se
encontró a su padre esperándolo y dándole la
bienvenida con los brazos abiertos.
"El Hijo Pródigo" de Rembrandt
La pintura del Hijo Pródigo hecha por Rembrandt
está colgada en la sala de comedor de la Residencia del
Obispo. Cerca del retrato se encuentran refleciones de la historia
de la Escritura relatada en la pintura.
Permítanme recordarles algunas descripciones. Lo hago
porque hay muchos hijos e hijas quienes como la figura del hijo
pródigo enseñado por Jesus, nuncan dejan el mundo que
los daña y perjudica porque ellos no pueden ver el amor
incondicional y eterno de Dios.
Las descripciones nos ayudan a reflecionar en algunos puntos. El
padre en la pintura es mayor porque Rembrandt pensó que la
sabiduría de la vida nace de la experiencia y sufrimiento a
lo largo de los años.
Los ojos del padre están humedecidos con tristeza. Su
rostro surcado por los años de la búsqueda de su hijo
quién es el amor de su corazón y la alegría de
sus últimos años.
En el rostro del padre se nota la ternura y fortaleza. En sus
ojos llorosos el llanto silencioso para que su hijo regrese.
El Amor es más fuerte que la muerte
El rostro del hijo está dirigido hacia el padre en la
pintura y no se puede ver su mirada pero sí se puede ver una
cabeza juvenil, ropa harapienta, sandalias malgastadas arrodillado
ante su padre. Las manos de su padre sobre los hombros de su hijo.
La capa de realeza esté ahora harapienta y despedazada como
la vela de un barco a flota, después de haber luchado contra
los elementos de la lluvia y viento.
Ahí con un abrazo caluroso el hijo despierta
después de una intensa búsqueda para descubrir el
mundo por él mismo. El simplemente decidió regresar a
casa. Es posible que él supiera en su corazón , que
su padre lo recibiría y aunque su hermano mayor lo
juzgaría.
En casa con el amor del Padre
Pero el amor del padre era tan grande y la luz de la
aceptación y el último sentido de pertenencia eran
tan grandes, él experimentó lo que todos buscamos en
la vida y cuando lo encontramos lo recibimos para siempre. Es el
amor eterno de Dios por nosotros sus hijos e hijas.
Para aquellos que lean éste artículo o columna y
les impresione yo daré alabanzas a Dios porque así se
demuestra el amor de Dios en la vida de cada uno de nosotros.
El corazón humano sufre grandemente en el mundo de hoy.
Los valores contradictorios luchan por la supremacía en las
vidas de muchos y nuestros corazones están inquietos hasta
que descanzen en Dios ... en su amor eterno.
La parábola del Hijo Pródigo nos ofrece esperanza,
amor verdadero y la totalidad del amor eterno de Dios.
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