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Las personas incapacitadas de Dios -- Nuestra
oportunidad
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El Obispo: Un mensaje de fe
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La Madre Teresa de Calcuta dijo, nosotros debemos estar
contentos porque tenemos a los pobres que cuidar, los incapacitados
y los minusválidos porque sin ellos nosotros no podremos
entrar en el reino de los cielos.
Que pensamiento tan tranquilizador es este y como se ajusta a la
celebración del 35vo aniversario de los apostolados para los
minusválidos que estamos celebrando esta noche. Nosotros
alabamos a Dios porque nos ha dado esa oportunidad.
Treinta y cinco años de cuidado
Por 35 años, nuestra diócesis ha tenido la gracia
de tener una misión de cuidado, de una manera organizada,
para nuestros incapacitados y minusválidos.
Por décima vez, tuve el privilegio de celebrar una misa
para la reunión de navidad de los minusválidos en el
gimnasio del colegio de Monroe. El primer sábado de adviento
de cada año nosotros nos reunimos para celebrar una misa, un
almuerzo y una fiesta de navidad para los incapacitados y las
personas que los cuidan. Es maravilloso contemplar mas de mil
personas en la asamblea.
El Monseñor Thomas Campion, Director del Apostolado para
los Incapacitados, esta muy presente en ellos. Lo vi saludando a
casi todas las personas allá, así mismo, como
organizando a los que servían, los que tenían los
regalos y también a los padres que vinieron a concelebrar la
misa.
Nosotros estamos agradecidos por el apostolado de los
minusválidos, su líder, Monseñor Thomas
Campion, y por muchos quienes ayudan este programa.
El día de nuestra celebración fue el sábado
7 de diciembre, el 61vo aniversario del bombardeo de Pearl Harbor
(1941). Los textos de las Escrituras de la misa fueron tomados de
Isaías 30:19-21, 23-26 y el Evangelio de Mateo 9:35-10, 5a,
6-8. Lo que sigue a continuación es la homilía que
precedí ese día.
Homilía
El profeta Isaías fue bendecido por prever un tiempo
cuando el pueblo de Dios no llorara más. En los días
que vienen, Isaías dice, el propio Señor
escuchará y contestará a su pueblo tan pronto como
lancen un grito. En los días que vienen, el Señor
proveerá de abundancia a su pueblo con el Pan para aquellos
que tienen hambre y el Agua aquellos sedientos. Es los días
que vienen, el Señor les dará la guía que
ellos necesitan, hablando en sus corazones.
La visión de Isaías es impresionante en su
libertad y belleza. Pero me gustaría pregúntales
algo: ¿Cómo ustedes leen los signos de los tiempos
que se nos dan a nosotros en el tiempo de Adviento? ¿Ven y
sienten ustedes pena y angustia pero también alegría
y esperanza?
El servir a aquellos en necesidad
Ochocientos años después de Isaías se dio
la gran visión descrita hoy, conocida por todos nosotros
sobre un infante que nació en una cueva, en la oscuridad y
la pobreza, en el medio del invierno, en el medio de la noche, en
el medio de ahora, pero ¿quién es ese infante? Ese
infante, indefenso y frágil, es el único
unigénico Hijo de Dios, verdadero Dios, verdadero hombre,
Jesús, el Señor y Salvador.
Jesús nos dio esperanza y él estableció la
iglesia como su sacramento de salvación. Es por ellos que
estamos hoy aquí. En esta iglesia y en el Evangelio de hoy
nosotros escuchamos sus palabras, "La cosecha es abundante, pero
los trabajadores son pocos" (Mateo 9: 37b). Esto significa que
todavía hay personas que son incapacitadas o
minusválidas. Todavía hay personas con necesidades
especiales que piden ayuda. La cosecha esta todavía llena,
las oportunidades en ayudar a las personas abunda.
Sus manos y pies, ojos y oídos
En términos sencillos, Jesús deliberadamente
escogió compartir su ministerio con nosotros, sus
seguidores. Esto simplemente y profundamente significa, que
nosotros somos las manos y los pies de Jesús, sus ojos y sus
oídos. Cuando los incapacitados piden ayuda en la noche,
nosotros somos los oídos de Cristo que escuchamos. Nosotros
somos las manos y los pies de Cristo, corriendo para ayudar. El
sacerdote y prelado quien ha ofrecido una genuina esperanza y
profunda alegría a los incapacitados y minusválidos
es Monseñor Thomas Campion. Monseñor Tom ha ofrecido
una pancarta de esperanza, la pancarta de la alegría y del
amor. Él sostuvo la pancarta bien alto y persuasivamente nos
pidió que todos nosotros amemos y sirvamos a los
incapacitados en el apostolado para los minusválidos.
Cristo le gusta servir a aquellos que nosotros servimos
Es mi privilegio cada año, y esta en mi décima
vez, que celebro una Misa por todos ustedes en el tiempo de
Adviento, levantándonos a través de Jesús y
con él al Padre. El mayor de los poderes en que tenemos para
ayudar a los incapacitados y minusválidos es un amor paterno
en Cristo. Las cosas que nosotros hacemos por los demás
deben estar basadas en el amor para ellos. Nosotros estamos para
amar a los otros como Cristo nos amó. La Madre Teresa dijo,
"hagan todo con amor; si ustedes no pueden hacerlo con amor,
entonces no lo hagan"
Monseñor Thomas Campion ha sido llamado a ser nuestro
líder en este apostolado por 35 años. Él nos
ha guiado cuidadosamente, constantemente y con profunda alegría. Él nos ha enseñado a amar y recibir y aprender de ellos. Cuando nosotros pensamos sobre los incapacitados, nosotros con frecuencia pensamos en atenderlos, darles cuidado y compasión. Nosotros no siempre pensamos en que ellos nos pueden dar si no que son regalos únicos. Ellos pueden hacer algo por nosotros, ellos pueden enriquecer nuestras vidas de manera profunda. Yo puedo personalmente testificar, en mi propia familia, mi sobrinos, John Patrick. Él ha sido un recurso de fortaleza y amor para toda nuestra familia. Él es un regalo especial para nosotros.
Testigos de Cristo
Cada uno de nosotros ha sido bendecido y siempre recibe
más de lo que da, nosotros aprendemos siempre más de
lo que enseñamos. Nosotros hemos sido bendecidos para
conocer a los incapacitados individualmente. De hecho, ustedes
saben que los incapacitados traen con ellos una perspicacia dentro
del significado de vida, "de sus vidas, mas que el resto de
nosotros, tal vez en la sombra de la cruz. Y fuera de sus
experiencias ellos muestran virtudes necesarias de nuestros
días como el coraje, la paciencia, perseverancia,
compasión y sensibilidad que debe servir como una
inspiración a todos los Cristianos" (Personas con
incapacidades, para. 13)
Conclusión
Porque el apostolado, porque Monseñor Campion, su
liderazgo, cuidado y preocupación y su llamado a ayudar,
nosotros podemos ver el cumplimiento de la profecía de
Isaías: "cuando el pueblo de Dios no necesita mas llorar"En
estos días, el Señor escuchara y responderá
nuestras plegarias.
En nuestra diócesis y en Monroe el Señor provee
con abundancia a todo su pueblo con el Agua que toman y con el Pan
que comen, el entendimiento que ellos buscan, y el cuidado que
ellos merecen.
En estos días, el Señor nos da la alegría y
la esperanza, así con el recuerdo de la pena de abuso
sexual, la angustia de una posible guerra con Irak, y una incierta
economía. Y, en estos días, Jesús nos provee
de abundancia con profunda alegría y genuina esperanza.
Nosotros como pueblo de Dios nos regocijamos en el Señor con
gracia y humilde corazón.
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