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12 de Diciembre del 2002

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Artículo escrito por el Obispo Bullock

Las personas incapacitadas de Dios -- Nuestra oportunidad

Obispo William H. Bullock
El Obispo:
Un mensaje de fe

Obispo
William H. Bullock

La Madre Teresa de Calcuta dijo, nosotros debemos estar contentos porque tenemos a los pobres que cuidar, los incapacitados y los minusválidos porque sin ellos nosotros no podremos entrar en el reino de los cielos.

Que pensamiento tan tranquilizador es este y como se ajusta a la celebración del 35vo aniversario de los apostolados para los minusválidos que estamos celebrando esta noche. Nosotros alabamos a Dios porque nos ha dado esa oportunidad.

Treinta y cinco años de cuidado

Por 35 años, nuestra diócesis ha tenido la gracia de tener una misión de cuidado, de una manera organizada, para nuestros incapacitados y minusválidos.

Por décima vez, tuve el privilegio de celebrar una misa para la reunión de navidad de los minusválidos en el gimnasio del colegio de Monroe. El primer sábado de adviento de cada año nosotros nos reunimos para celebrar una misa, un almuerzo y una fiesta de navidad para los incapacitados y las personas que los cuidan. Es maravilloso contemplar mas de mil personas en la asamblea.

El Monseñor Thomas Campion, Director del Apostolado para los Incapacitados, esta muy presente en ellos. Lo vi saludando a casi todas las personas allá, así mismo, como organizando a los que servían, los que tenían los regalos y también a los padres que vinieron a concelebrar la misa.

Nosotros estamos agradecidos por el apostolado de los minusválidos, su líder, Monseñor Thomas Campion, y por muchos quienes ayudan este programa.

El día de nuestra celebración fue el sábado 7 de diciembre, el 61vo aniversario del bombardeo de Pearl Harbor (1941). Los textos de las Escrituras de la misa fueron tomados de Isaías 30:19-21, 23-26 y el Evangelio de Mateo 9:35-10, 5a, 6-8. Lo que sigue a continuación es la homilía que precedí ese día.

Homilía

El profeta Isaías fue bendecido por prever un tiempo cuando el pueblo de Dios no llorara más. En los días que vienen, Isaías dice, el propio Señor escuchará y contestará a su pueblo tan pronto como lancen un grito. En los días que vienen, el Señor proveerá de abundancia a su pueblo con el Pan para aquellos que tienen hambre y el Agua aquellos sedientos. Es los días que vienen, el Señor les dará la guía que ellos necesitan, hablando en sus corazones.

La visión de Isaías es impresionante en su libertad y belleza. Pero me gustaría pregúntales algo: ¿Cómo ustedes leen los signos de los tiempos que se nos dan a nosotros en el tiempo de Adviento? ¿Ven y sienten ustedes pena y angustia pero también alegría y esperanza?

El servir a aquellos en necesidad

Ochocientos años después de Isaías se dio la gran visión descrita hoy, conocida por todos nosotros sobre un infante que nació en una cueva, en la oscuridad y la pobreza, en el medio del invierno, en el medio de la noche, en el medio de ahora, pero ¿quién es ese infante? Ese infante, indefenso y frágil, es el único unigénico Hijo de Dios, verdadero Dios, verdadero hombre, Jesús, el Señor y Salvador.

Jesús nos dio esperanza y él estableció la iglesia como su sacramento de salvación. Es por ellos que estamos hoy aquí. En esta iglesia y en el Evangelio de hoy nosotros escuchamos sus palabras, "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos" (Mateo 9: 37b). Esto significa que todavía hay personas que son incapacitadas o minusválidas. Todavía hay personas con necesidades especiales que piden ayuda. La cosecha esta todavía llena, las oportunidades en ayudar a las personas abunda.

Sus manos y pies, ojos y oídos

En términos sencillos, Jesús deliberadamente escogió compartir su ministerio con nosotros, sus seguidores. Esto simplemente y profundamente significa, que nosotros somos las manos y los pies de Jesús, sus ojos y sus oídos. Cuando los incapacitados piden ayuda en la noche, nosotros somos los oídos de Cristo que escuchamos. Nosotros somos las manos y los pies de Cristo, corriendo para ayudar. El sacerdote y prelado quien ha ofrecido una genuina esperanza y profunda alegría a los incapacitados y minusválidos es Monseñor Thomas Campion. Monseñor Tom ha ofrecido una pancarta de esperanza, la pancarta de la alegría y del amor. Él sostuvo la pancarta bien alto y persuasivamente nos pidió que todos nosotros amemos y sirvamos a los incapacitados en el apostolado para los minusválidos.

Cristo le gusta servir a aquellos que nosotros servimos

Es mi privilegio cada año, y esta en mi décima vez, que celebro una Misa por todos ustedes en el tiempo de Adviento, levantándonos a través de Jesús y con él al Padre. El mayor de los poderes en que tenemos para ayudar a los incapacitados y minusválidos es un amor paterno en Cristo. Las cosas que nosotros hacemos por los demás deben estar basadas en el amor para ellos. Nosotros estamos para amar a los otros como Cristo nos amó. La Madre Teresa dijo, "hagan todo con amor; si ustedes no pueden hacerlo con amor, entonces no lo hagan"

Monseñor Thomas Campion ha sido llamado a ser nuestro líder en este apostolado por 35 años. Él nos ha guiado cuidadosamente, constantemente y con profunda alegría. Él nos ha enseñado a amar y recibir y aprender de ellos. Cuando nosotros pensamos sobre los incapacitados, nosotros con frecuencia pensamos en atenderlos, darles cuidado y compasión. Nosotros no siempre pensamos en que ellos nos pueden dar si no que son regalos únicos. Ellos pueden hacer algo por nosotros, ellos pueden enriquecer nuestras vidas de manera profunda. Yo puedo personalmente testificar, en mi propia familia, mi sobrinos, John Patrick. Él ha sido un recurso de fortaleza y amor para toda nuestra familia. Él es un regalo especial para nosotros.

Testigos de Cristo

Cada uno de nosotros ha sido bendecido y siempre recibe más de lo que da, nosotros aprendemos siempre más de lo que enseñamos. Nosotros hemos sido bendecidos para conocer a los incapacitados individualmente. De hecho, ustedes saben que los incapacitados traen con ellos una perspicacia dentro del significado de vida, "de sus vidas, mas que el resto de nosotros, tal vez en la sombra de la cruz. Y fuera de sus experiencias ellos muestran virtudes necesarias de nuestros días como el coraje, la paciencia, perseverancia, compasión y sensibilidad que debe servir como una inspiración a todos los Cristianos" (Personas con incapacidades, para. 13)

Conclusión

Porque el apostolado, porque Monseñor Campion, su liderazgo, cuidado y preocupación y su llamado a ayudar, nosotros podemos ver el cumplimiento de la profecía de Isaías: "cuando el pueblo de Dios no necesita mas llorar"En estos días, el Señor escuchara y responderá nuestras plegarias.

En nuestra diócesis y en Monroe el Señor provee con abundancia a todo su pueblo con el Agua que toman y con el Pan que comen, el entendimiento que ellos buscan, y el cuidado que ellos merecen.

En estos días, el Señor nos da la alegría y la esperanza, así con el recuerdo de la pena de abuso sexual, la angustia de una posible guerra con Irak, y una incierta economía. Y, en estos días, Jesús nos provee de abundancia con profunda alegría y genuina esperanza. Nosotros como pueblo de Dios nos regocijamos en el Señor con gracia y humilde corazón.


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