Semana Mundial de la Juventud:
Toronto, ¡allá vamos!

		El Obispo: Un mensaje de fe Obispo William H. Bullock

El Obispo Wirz y yo planeamos nuestro viaje a Toronto, Canadá, de manera de participar en la semana Mundial de la Juventud, del 23-28 de julio del 2002, llegamos temprano el 22 de julio para saludar y bendecir a nuestros jóvenes que se encontraban sentados en los autobuses que los llevarían a Toronto. Ellos estaban listos para viajar a una semana de oración y diversión, una semana para estar con otros jóvenes de 150 países. Nosotros estuvimos bajo la lluvia aquella mañana, rezando y bendiciendo a nuestros peregrinos.

El propósito renovador

Cuando vi los autobuses salir, ore para que Dios no solamente les dé a todos los jóvenes peregrinos un buen viaje, sino para que también le diera la gracia con un sentido renovado en el Señor y en su iglesia. La Diócesis esta feliz de patrocinar estos días inolvidables a nuestros jóvenes, agradecer a los donadores quienes hicieron esto posible. El Padre Nicholas Okere también nos acompañó a Toronto.

Frescos como estábamos el fin de semana de las liturgias y de las magnificas Escrituras del 16vo Domingo del tiempo Ordinario, yo reflexioné una y otra vez de como Dios ha sido bueno con nosotros, como Él nos espera en medio de nuestras preocupaciones con cosas de este mundo que nos hacen regresar a Él y fortalecer nuestras raíces en la fe.

Así como nuestros jóvenes crecen tan rápido y se vuelven adolescentes, ellos están rodeados con diferentes valores del Evangelio, haciendo que esto sea más difícil para que se mantengan en un camino de vida cristiana. Ellos se pueden romper en pedazos fácilmente en medio de presiones que surgen a su alrededor.

El mundo les ofrece muchas opciones desde diversiones de pocas consecuencias a un estilo de vida más permanente o una manera de vivir que representa una forma puramente secular o hedonística a la vida.

El vivir los valores cristianos católicos comienzan hacer difíciles para nuestros jóvenes cuando entre sus miradas ven la buena vida como el "cuidarse primero a ellos mismos". Nuestro rol como adultos es mostrarles a ellos con enseñanzas sólidas y buenas explicaciones de lo que nosotros creemos, y también deberíamos proporcionarles las experiencias que van con estas enseñanzas para que entonces ellos puedan ver el fruto de un vida de sacrificio, de oración y de virtud. Algunas veces nuestros jóvenes son heroicos en sus búsquedas de una vida en Cristo.

Bueno y malo

La parábola del Evangelio del sembrador representa a un campesino que siembra buenas semillas y encuentra mas tarde un enemigo que viene en la noche, en un tiempo inesperado y planta malas semillas. Estas dos crece juntas lado a lado y nosotros nos preguntamos, " ¿Qué debería hacer el campesino? ¿Sacar la mala hierva que esta amarrada cerca del buen trigo? La respuesta del Señor es " No, deja que crezca lado a lado y juntos. Entonces en el tiempo de la colecta yo pondré el buen trigo en un depósito y la mala hierva la sacare y la quemare" Si uno saca la mala hierva quizás tu recogerás también el buen trigo.

Recen para que la levadura trascienda, que es, la gracia de Dios en la vida de los jóvenes durante estos Días Mundial de la Juventud para que nuestros jóvenes puedan a través de la oración, escuchar y celebrar el Sacramento de la Reconciliación, y puedan ver y entender la belleza, el valor y el poderoso camino de la vida de Jesús que los llama para abrazarlos.

Como adultos no deberíamos sobrecargar a los jóvenes con "debes" o " tienes", pero tampoco debemos ser " débiles". A esto me refiero, defensivo o tímido. Nosotros tenemos que decir algo; nosotros hemos probado nuestra fe por experiencias y a través de palabras y rectificando nuestros corazones nosotros podemos verdaderamente hablar y testificar el amor de Dios y la salvación en Cristo.

Oportunidades en la vida

La Semana Mundial de la Juventud permite a nuestros jóvenes un tiempo para vivir en un ambiente que esta marcado por los valores cristianos, un lugar y un tiempo donde esta bien hablar de Cristo, de quien es y de significa para nosotros. Ellos, en una buena manera, pueden andar libres y relajados en el Señor.

Por favor continúen sus oraciones por ellos, es un momento especial para ellos y el que nunca olvidaran.