Ley Natural: Dios existe

		Bajo el Libro del Evangelio + Obispo Robert C Morlino

(in English)

Queridos amigos,

La semana pasada en este espacio se imprimió la columna reciente de Bill Wineke acerca de La Tumba Perdida de Jesús. Siempre me ha complacido cuando la prensa local y yo estamos de acuerdo, aunque no siempre ha sido el caso.

Esta semana quiero darle gracias de una forma especial a Pat Schneider, su buen artículo en el Capital Times este fin de semana pasado, de la presentación del profesor Duncan Stroik acerca de las catedrales. Su artículo fue actual y beneficioso, y espero que muchos de los que no pudieron asistir a la conferencia del profesor Stroik aprovechen dicho artículo.

Quiero comentar que al tomar la decisión de la ubicación de la catedral, el cual claramente se inclina en dirección del centro de Madison, pero que todavía no es mi decisión final, permanezco indeciso hasta la Pascua de Resurrección. Quizás el artículo de Pat Schneider incitará a muchos a enviar sus pensamientos constructivos y razonamientos acerca este artículo en particular.

Quiero quedar claro que sin importar el lugar de la catedral, lo que tengo en mente es una catedral bella y digna y no un "templo grandioso". En mi mundo, las palabras significan cosas y pienso que la catedral pueda ser digna y bella sin tener que ser "grandiosa". También reafirmo lo que Pat Schneider adecuadamente imprimió, que vamos a ser un estudio financiero de viabilidad y mantener nuestros costos de la catedral dentro de los marcos que podamos pagar. Por último, en relación con la catedral, quisiera comentar como lo reportó Pat Schneider, Duncan Stroik es un buen amigo y consejero confiado y puedo decir lo mismo de Kenton Peters de Madison, quien estuvo presente en la conferencia del profesor Duncan Stroik.

La Ley Natural: lo bueno está hecho, evitemos el mal

Con esas notas ya en el pasado, regresemos al tema de la columna de esta semana. Les había prometido al principio de la cuaresma comentar más en detalle acerca de la ley natural.

Como el Papa Benedicto lo dijo recientemente en una conferencia en Roma, la ley natural empieza con la afirmación de que lo bueno debe de hacerse y lo malo debe de evitarse. La verdad de la razón es evidente por sí misma porque es por "definición": lo bueno significa lo que debe de hacerse y lo malo significa lo que debe evitarse.

La pregunta surge ¿cómo piensa y razona el ser humano, define o habla de una forma particular? ¿Cómo es que la mente humana funciona en esta forma particular? ¿De adónde viene este tipo de inteligencia y a qué clase de conclusiones se dirigen? Mientras que la base de la ley natural es la afirmación que lo bueno debe de hacerse y lo malo evitarse, la presuposición de la ley natural es la existencia de Dios, que es la razón por qué nuestras mentes actúan de acuerdo a la razón.

Existencia de Dios conocido por la razón

El Consejo del Primer Vaticano (antes del Vaticano II obviamente y cuyas verdades nos unen) solemnemente definen que la existencia de Dios puede ser conocida por la razón misma. La existencia de Dios no es evidente en sí la forma de proposición "lo bueno debe de hacerse y lo malo debe de evitarse" es evidente en sí, pero es la presuposición de toda la ley natural, que la ley es escrita por la mente humana y corazón de un creador, cuya existencia puede ser conocida por la razón misma.

El tal llamado argumento de diseño inteligente concluye que dada la orden de todas las cosas creadas tan maravillosamente pintadas por la ciencia natural, la razón demanda una fuente de inteligencia y origen. El argumento por la existencia de Dios desde un diseño inteligente no es en sí mismo un argumento de ciencia, ni lo es la existencia de Dios una verdad de ciencia - que significaría que no habría necesidad de la fe. Pero la existencia de Dios es de hecho una verdad de razón, el cual no es una verdad de ciencia precisamente porque no hay evidencia científica que descalifique la existencia de Dios.

Quizás el argumento más favorable de la existencia de Dios sería el siguiente. Presumimos al seguir nuestras vidas diarias, el solo intentar de hacerle frente a nuestra existencia, las cosas tienen sentidos. Si nuestros zapatos, al vestirnos en la mañana, no están en el lugar donde los dejamos la noche anterior, presumimos que hay una explicación para eso. Cuando la gente ve luces extrañas en el cielo que parecen UFO entonces presumimos que hay una explicación para eso. Y cuando vemos la tragedia de enfermedades, como el cáncer y el SIDA, entonces presumimos que hay una explicación de cómo esa enfermedad se desarrolló y que cuando conocemos la explicación estaremos mucho más cerca de la curación.

Vivimos nuestras vidas como si lo que ocurre tiene una explicación. Y si esa cadena de explicación llegara a ser un regreso infinito, si no hubiera una explicación final de la realidad, entonces claro que la realidad no tendría sentido. Las explicaciones que presumimos y las cuales son muy aparentes toman una fuerza de la verdad que la cadena de explicación concluye. No continua hasta la infinidad, dejándonos con la convicción de que el mundo últimamente es absurdo. Si pudiéramos conectarnos con una cadena explicativa, entonces últimamente debe de existir definidor inexplicado o definidor auto explicador, el cual es lo que llamamos por la palabra de Dios. La verdad de que cosas y eventos en nuestro mundo tienen una explicación requiere un definidor auto explicativo o inexplicado para su propia validación. Sino alguien puede preferir pensar que el mundo es absurdo y niegue la razón misma. Tristemente hoy en día no pocos escogen hacer eso.

Hay otros acercamientos de argumentación por la existencia de Dios, y ningún argumento específico es "canonizado" por el Consejo de Primer Vaticano. Pero el Consejo sí insiste, como forma de definir el dogma, que la existencia de Dios puede ser conocida por la razón misma, y de hecho todo lo que conocemos de la ley natural nos regresará a la existencia de Dios como ya se ha notado.

Antes de concluir con una reflexión final debe de disculparme por el nivel de abstracción que exhibe esta columna. Pero quiero mantener mis promesas y yo prometí más reflexiones acerca de la ley natural, aunque dichas reflexiones no son necesariamente fáciles de leer.

Oración y alabanza son necesarias

Si en realidad Dios existe, y entendemos lo que la Palabra de Dios significa, entonces la oración y alabanza son absolutamente necesarias. Para que alguien diga que sí hay un Dios y que no pase tiempo en oración y alabanza probaría que ellos no conocen lo que la palabra de Dios significa o no creen realmente en la existencia de Dios. Por que si Dios existe, y si Él es la fuente y origen de todas las cosas, en cuya imagen y semejanza nuestra libertad e inteligencia se forman, como puede alguien posiblemente no reconocer a Dios a través de la oración y alabanza.

Algunas veces en nuestras vidas ocupadas podemos acostumbrarnos a creer que creemos en Dios, y actuamos menos y menos como si lo hiciéramos, y el tiempo dado para orar y alabar disminuye, dejado a un lado por otras prioridades. Dios es real y así debemos de orar y alabar, y la cuaresma es el tiempo para nosotros de llegar a ser más fervientes es esa alabanza y oración.

Muchas gracias por leer este artículo. ¡Que Dios los bendiga durante este tiempo de cuaresma! ¡Bendito sea Jesucristo!