Queridos hermanos y hermanas en el Señor, Los legisladores del Estado de Wisconsin nos han dado una pregunta a nosotros los ciudadanos. Nos están pidiendo nuestra opinión de si después de 155 años, la pena de muerte debería ser reinstalada en Wisconsin. Démosles unos consejos, basados en el entendimiento católico de la santidad de toda la vida humana. Les pido que voten "NO" en el referéndum de pena de muerte. Como maestro, me gustaría compartir que el catecismo ha sido puesto al día en referencia a la pena de muerte. La enseñanza tradicional no excluye el usar la pena de muerte "... si esto es la única forma posible de defender efectivamente las vidas humanas contra un agresor injusto" (Catecismo de la Iglesia Católica, #2267)
Pero en Wisconsin, la pena de muerte no es la única forma que tenemos para prevenir que los criminales perjudiquen a personas inocentes. Los jueces sentencian a los criminales con sentencias largas. Nuestro sistema de libertad provisional no es clemente. Este no es un Estado con "puertas giratorias". Así, la única razón que la Iglesia Católica da para usar la pena de muerte no es necesaria en Wisconsin. Examinemos otros asuntos, tal como el hacer el uso de evidencia del DNA un requisito. Esto esperanzadamente va a prevenir que gente inocente sea sentenciada a muerte. No obstante, los laboratorios pueden y cometen errores. Evidencia falsa puede ser planteada. Y lo peor de todo, surge un asunto serio de imparcialidad. Esto es un ejemplo: Una persona entra a una sala donde hay mucha gente y empieza a dispararle a 40 personas. Hay muchos testigos pero no hay evidencia de DNA. Esta persona no puede ser sentenciada a muerte. Otra persona entra a la misma sala, le dispara a una persona de cerca y tiene manchas de sangre en su ropa. Hay evidencia de DNA y por lo tanto esta persona puede ser sentenciada a muerte. Esto no tiene sentido lógico, no tiene sentido moral, y no tiene sentido que Wisconsin regrese a la pena de muerte. Quiero compartir con ustedes un punto final que es, de los propios labios de Jesús, en el Padre Nuestro. El nos dio estándares muy altos para perdonar: "perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden". El Papa Juan Pablo II perdono a su agresor. El nos llamo a ser gente de vida, para construir la cultura de vida. El adherir más violencia a nuestro mundo no nos traera más cerca de la paz. Use su voto para reducir la violencia. Vote "No" por la pena de muerte el 7 de Noviembre. ¡Muchas gracias por leer este artículo y que Dios los bendiga a todos!
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