Queridos amigos, Continuo junto con ustedes afligido con la pérdida de nuestra querida iglesia de la Catedral de San Rafael. Estoy no obstante lleno de aliento y esperanza que se desenlaza por el misterio de la gloriosa resurrección de Jesús la cual continuamos celebrando. De hecho ese aliento y esa esperanza para lo que sea que nos traiga el futuro como diócesis y como familia de parroquia de San Rafael están muy vivos por tanta bondad alrededor de nosotros. El servicio generoso y heroico de nuestros bomberos y policía me continua inspirando. Y les estoy profundamente agradecido que aún sin haberlo pedido, contribuciones han llegado de afuera de la diócesis para asistirnos al lidiar con nuestra pérdida trágica.
Muy agradecido por gestos generososLa primera contribución que yo recibí fue un regalo generoso de un sacerdote joven de afuera de la diócesis. El regalo era mucho dinero para un sacerdote joven. Y después llegó el maravilloso regalo de nuestros hermanos y hermanas que alabaron la resurrección del Jesús al amanecer en el techo del Club Princeton el domingo de ramos. Qué gesto más maravilloso de generosidad de nuestros hermanos y hermanas que son discípulos con nosotros del Dios resucitado. Un cheque generoso llegó de una pequeña parroquia italiana-americana en la Isla Staten, y uno de mis hermanos obispos fuera de la diócesis ya nos ha enviado una contribución generosa. La oferta de ayudar en lo que sea necesario ha llegado de varios consejos de los Knights of Columbus. Los anteriores son varios de los muchos gestos maravillosos hechos para asistirnos en tiempos difíciles. Por lo tanto mi aliento y esperanza en el futuro están vivos, y los de ustedes deberían de estarlo también. El Señor Jesús en la EucaristíaDurante este año de la Eucaristía quiero tener muy presente en mi mente la imagen de Señor Eucarístico en el Santísimo Sacramento cuando lo sacaban nuestros nobles y valientes bomberos de la Catedral de San Rafael. Él es el Señor del cielo y de la tierra, y El misteriosamente ha escogido el necesitarnos para que el mundo pueda salvarse. Él escoge la necesidad de ayudar a aquellos bomberos a los que acompañó al salir de las ruinas quemadas de nuestra Catedral, y pudieron salir. Al mirar hacia el futuro espero y ruego que todos nosotros sobrellevemos con el aliento, la generosidad y la esperanza que muchos hemos ya han mostrado por la gracia de Dios. Así estando afligidos, llenémonos con la esperanza y el aliento que puede salir solo de la gloria de la resurrección de Jesucristo. Todo el tiempo y las edades pertenecen a Él. Así como Él sacó de las ruinas a los bomberos valientes de nuestra Catedral destruida, así también El nos acompañará hacia el futuro, al cual podemos poner nuestra confianza completa. Cómo la liturgia de la Pascua lo dice tan bellamente del corazón de Jesús, ¡"Yo resucite y todavía permanezco con ustedes, aleluya! Y nuestra respuesta es, ¡"reposaste tu mano en mí y me proteges, aleluya! Muchas gracias por leer este artículo, y que las bendiciones de la Pascua continúen habitando con ustedes en gran abundancia. ¡Cristo ha resucitado! ¡Claro que sí resucitó! ¡Bendito sea Jesucristo! Próximas columnas acerca de Terri SchiavoDadas las recientes circunstancias relacionadas con el tema del retiro del catéter de alimentación de Terri Schiavo y su muerte subsiguiente, y el enfoque de los medios de comunicación de la importancia de los testamentos de vida, etc; en las dos próximas columnas me referiré a esos asuntos. En la primera parte (de la próxima semana) me referiré al asunto llamado "derecho a morir" y además al asunto de juzgar "la calidad de vida de alguien". La semana siguiente hablaré del tratamiento médico de aquellos que están "estado permanente vegetal" o lo que algunos prefieren llamar "diagnosticados como inconscientes permanentes", el tratamiento médico de los enfermos terminales y los que están cerca de su muerte, y las obligaciones morales de nosotros como católicos con relación a las directivas avanzadas del cuidado de la salud incluyendo el testamento de vida y la designación del poder del cuidado de la salud. He recibido muchas comunicaciones pidiendo que esos asuntos se discutan. Este podría ser una buena oportunidad para invitarlos a subscribirse al Heraldo Católico especialmente si están particularmente interesados en estos asuntos oportunas por la cual la muerte de Terri Schiavo ha añadido gran urgencia.
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