Misa Crismal: Tiempo para reflexionar en la unión espiritual sacramental

		Bajo el Libro del Evangelio + Obispo Robert C Morlino

Queridos amigos,

Una de las grandes liturgias por la cual tenemos el privilegio de celebrar durante el tiempo de Semana Santa es la Misa Crismal.

Se llama "Misa Crismal" porque el obispo tiene el privilegio de bendecir los aceites que se usan en la vida sacramental de la iglesia, el aceite de los catecúmenos por la cual los recién bautizados se bendicen, el aceite de los enfermos para impartir fortaleza y recuperación a través del Sacramento de Unción de los enfermos, el aceite crismal sagrado la cual se consagra y se usa en los sacramentos de bautizo, confirmación, y la bendición de los obispos y los sacerdotes en el sacramento de las Santas Órdenes.

La Misa Crismal celebra el regalo de todos los sacramentos por el bien de la santidad de la gente fiel de Dios. Nosotros celebramos el misterio que Dios ha escogido al amarnos a través del uso de las criaturas humanas a través por la cual Él místicamente se hace presente como pan, vino, agua y aceite. Y así por lo tanto se presta que los representantes de toda la diócesis se reúnan con el obispo y todos los sacerdotes que puedan estar presentes para ésta gran celebración de nuestra vida sacramental.

"El Santo Padre ha dicho en varias ocasiones que el obispo sin sus sacerdotes es como un ser humano sin brazos."

Lazo espiritual sacramental

La vida sacramental es el regalo de Dios a la Iglesia que a través del ministerio de obispos y sacerdotes que reciben la unción especial sacerdotal con el aceite crismal que se reserva para ellos. A la hora de la Misa Crismal es bueno para todos nosotros el reflexionar en el lazo espiritual sacramental que une a los sacerdotes con su obispo.

El obispo es ungido en su consagración con el aceite crismal, y a través de la imposición de las manos y la oración de la Iglesia él recibe el regalo del espíritu gobernante. El sacerdote es ungido con el aceite crismal en su ordenación, y por la imposición de las manos y la oración de la iglesia, él recibe el espíritu de Cristo el sacerdote.

Ambos el espíritu gobernante en el caso del obispo y el espíritu sacerdotal en el caso del sacerdote entran en el alma de obispos y sacerdotes y los cambian para estar en la persona de Cristo por el bien de la gente de Dios. El sacerdote u obispo llega a ser una persona sacramental única. El lazo espiritual sacramental la cual une los obispos y sacerdotes a causa de su recepción especial de los regalos del Espíritu Santo es el lazo espiritual más poderoso. Así se forma una relación muy fuerte por este lazo espiritual sacramental entre sacerdotes y entre sacerdote y su obispo.

Relación entre el obispo, el sacerdote

La tradición de la iglesia siempre habla del obispo como el padre, hermano y amigo de los sacerdotes. Es un reto para todo obispo el vivir ese llamado de Cristo a través de la iglesia, porque el construir la confianza que permite al obispo que sea padre, hermano y amigo no es una tarea muy fácil y últimamente solo el Espíritu Santo puede proporcionar esto.

Pero nadie debería de pensar que el obispo es el jefe y que el sacerdote se reduce a empleado. Toco este tema porque a veces los medios de comunicación han hablado de que algunos sacerdotes haber sido "despedidos." Los sacerdotes nunca pueden ser "despedidos" simplemente porque nunca fueron "contratados" en primer lugar. Ellos fueron ordenados como sacerdotes. Ellos son los hijos, hermanos y amigos del obispo, así lo esperamos, pero nunca los empleados del obispo.

Desgraciadamente la mala conducta sexual de los sacerdotes ha causado malentendidos y tensión entre los sacerdotes y el obispo. Cualquier daño hecho al lazo espiritual sacramental que Cristo representa el término entre obispos y sacerdotes sería muy serio. El obispo es llamado, a pesar de su debilidad humana, indignidades y errores a ser padre, hermano y amigo de los sacerdotes. Este lazo espiritual sacramental es el mero centro de la celebración de la Misa Crismal y esto es porque los sacerdotes renuevan su compromiso como fieles trabajadores con el obispo en todas las cosas durante la Misa Crismal.

El Santo Padre ha dicho en varias ocasiones que el obispo sin sus sacerdotes es como un ser humano sin brazos. El obispo tiene la principal responsabilidad en la diócesis de predicar la liturgia y oración y el gobierno pastoral. Pero Él no puede llevar a cabo éstas responsabilidades con eficacia y con gozo si no tiene "sus sacerdotes alrededor de él", como se ve en el ceremonia de la ordenación.

La carta a los Hebreos hace un punto similar usando aquellas palabras preciosas, "obedezcan a sus líderes y difieran con ellos. Porque ellos los cuidan a ustedes y tienen que dar cuenta, para que ellos puedan llevar a cabo sus tareas con gozo y no con tristeza, porque eso no sería ventajoso para ustedes". Porque para que el lazo espiritual sacramental entre obispos y sacerdotes florezca es una bendición que el Espíritu Santo quiere que la Iglesia lo disfrute mucho. Como lo dice la carta de los Hebreos tan claramente, para que ese lazo sea de alguna forma debilitado no ofrece ninguna ventaja a nadie.

Estén agradecidos por el regalo del sacerdocio, obispos

Así al prepararnos para la Semana Santa y celebrar la Misa Crismal, (esta misa se celebrará el martes 22 de marzo a las 7;30 p m en la iglesia ST María Goretti en Madison y les pido que estén presentes apoyando a sus sacerdotes) renovemos nuestra gratitud por todos los sacramentos por la cual Cristo ha escogido como sus señales visibles para acercarnos más intensamente a Su Presencia y Gracia. Agradezcamos por el regalo de los sacerdotes y obispos a través por los cuales los sacramentos son conferidos, y agradezcamos durante este Año Eucarístico por el Santísimo Sacramento más venerado de todos, la Eucaristía que es aún nuestro regalo diario del Señor.

Muchas gracias por leer este artículo, y que Dios bendiga a cada uno de ustedes durante estos días sagrados. ¡Bendito sea Jesucristo!