Misa en la Catedral: Clave para la espiritualidad

		Bajo el Libro del Evangelio + Obispo Robert C Morlino

Queridos amigos,

Al pasar estos días de cuaresma, nos preparamos para celebrar el Domingo de Laetare (Regocijo) el próximo fin de semana con esperada anticipación del gozo de la pascua. La disciplina de la cuaresma continua y por favor recuerden planear su regalo continuo de tiempo para el Señor con bastante anticipación, reservando, con anticipación, como asunto primordial, las horas de los servicios y devociones de Semana Santa en sus propias parroquias o en la iglesia de la Catedral y especialmente la gran Vigilia de Pascua el Sábado Santo por la noche.

"En la catedral los domingos por la mañana, el rezar con mi familia de parroquia de la catedral representando a todos los creyentes de la diócesis es básicamente mi propia espiritualidad..."

Otra buena pregunta que surgió en uno de mis cenas recientes con los sacerdotes fue la siguiente: ¿Por qué usted no celebra la Confirmación en las iglesias de la parroquia, los domingos por la mañana? Una pregunta muy excelente, claramente que estoy complacido en responder. Yo considero muy importante el estar en la iglesia de la Catedral los domingos por la mañana para la Misa Mayor del obispo cuando me sea posible, y eso excluiría generalmente mi presencia en las parroquias al mismo tiempo.

Eso plantea otra pregunta la cual estoy complacido en contestar: ¿Por qué es tan importante para un Obispo es estar en la iglesia de la Catedral para la Misa Mayor de los domingos por la mañana (en este contexto añado que trato de estar disponible para confirmaciones en las parroquias los sábados por la noche y los domingos por la tarde y los días de semana, y yo considero muy importante que yo estoy con las familias de parroquias los domingos por la mañana para las ocasiones especiales tales como las celebraciones de jubileo de una parroquia, la dedicación de un edificio de iglesia nueva o renovada, etc.)

El foco del Obispo en la iglesia de la catedral

En primer lugar la ley canónica indica la importancia de la presencia del obispo en su iglesia de la catedral especialmente los domingos de Misa Mayor del obispo. Mientras esta no es una obligación absoluta del Obispo, es una por la cual debe de tomarse en serio porque la catedral es la Iglesia Madre de toda la diócesis y es importante que el Obispo celebre la liturgia ahí con la comunidad local para que simbolice su comunión con todos sus sacerdotes y toda su gente a través de la diócesis, ese es, el foco del obispo en la iglesia catedral es precisamente su unión con todos en la diócesis. Es el privilegio de la iglesia Catedral servir como un lugar especial para la expresión de éste foco particular.

Segundo, y muy importante, la celebración de confirmación debería de enfocar la venida del Espíritu Santo al fortalecer las almas de aquella gente joven maravillosa que va a ser confirmada. El tema de toda Eucaristía de Confirmación es este regalo especial del Espíritu Santo en fortaleza - cada Eucaristía de Confirmación es como una forma de celebración del misterio de Pentecostés. Aún cuando las lecturas de la Eucaristía sean las de adviento o cuaresma o las de la pascua de resurrección, el tema de la Eucaristía de Confirmación es el regalo del Espíritu Santo en fortaleza como sucede en una forma muy única en Pentecostés.

Como obispo, parte de mi propia espiritualidad católica, junto con la devoción de la Eucaristía, el rosario, lecturas espirituales, etc., es vivir la vida entera litúrgica de la Iglesia, la cual para todo sacerdote normalmente incluye el predicar las lecturas de los domingos para básicamente la misma comunidad que adora. La espiritualidad de todo sacerdote en lo que concierne a la liturgia normalmente incluye esta relación tan especial. Si yo, como obispo, estoy celebrando una liturgia como la de Pentecostés de Confirmación con una comunidad diferente casi todos los domingos por la mañana, me sacan de esta frecuencia de la vida espiritual litúrgica.

Creo que todos están de acuerdo que a mí gusta mucho celebrar la Confirmación con nuestras familias de parroquia y especialmente con nuestra gente joven - yo pienso que todos pueden ver esto, honestamente. Pero mi propio deseo profundo como católico bautizado y sacerdote de vivir una espiritualidad litúrgica de sacerdocio auténtico a través de la predicación y celebración con una comunidad estable los domingos por la mañana es un deseo por el cual, para mi propio bienestar espiritual, debo de continuar. Si yo no tomo los medios necesarios para mi propio crecimiento de la santidad, entonces no puedo esperar dar, por la gracia de Dios, a nuestra gente lo que yo mismo no tengo.

Encuentren la fortaleza espiritual

Hay una diversidad legitima entre los obispos en lo que se refiere a su presencia en las iglesias catedrales los domingos por la mañana. Yo respeto mucho esta diversidad, y al tocar el tema de por que yo escojo permanecer en la catedral, yo simplemente estoy hablando por mí mismo.

En la catedral los domingos por la mañana, el rezar con mi familia de parroquia de la catedral representando a todos los creyentes de la diócesis es básicamente mi propia espiritualidad - como sacerdote y como obispo. Es algo que no creo que voy a cambiar de opinión sin tener alguna consecuencia sería.

Cuando estoy lejos de Madison o de la diócesis los fines de semana, y especialmente durante los días de mi convalecencia después de la cirugía de septiembre, honestamente la ocasión que extrañé más fue la celebración de la Misa Mayor los domingos en la Catedral. Cada una de esas celebraciones, pasando por la liturgia y las lecturas de todos los domingos del año con básicamente el mismo rebaño, significa mucho para mí, y en esto encuentro tremenda fortaleza espiritual.

Así como lo pueden ver, me encanta celebra la Confirmación, y me encanta la Misa Mayor en la Catedral el cual proporciona la mejor señal de mi unión con todos ustedes, sacerdotes, diáconos, aquellos que viven la vida de consagración, y los queridos creyentes de nuestra diócesis.

Muchas gracias por leer este artículo. Que Dios bendiga a cada uno de ustedes al continuar juntos con esta jornada de la cuaresma. ¡Bendito sea Jesucristo!