Queridos amigos, Las palabras maravillosas de la liturgia del Adviento regresan de nuevo a inspirarnos, "nuestros corazones se llenan de regocijo al prepararnos a celebrar el nacimiento de Cristo para que cuando Él venga nos encuentre esperándolo en oración con nuestros corazones llenos de maravilla y adoración." Con la celebración del día de Acción de Gracias y el primer domingo de Adviento, hemos empezado nuestra jornada de peregrinación hacia la Navidad. Nuestra jornada de navidad es por supuesto una jornada con María y José, con los pastores, y con los Reyes Magos hacia Belén para estar en la presencia del Salvador que ha venido. Belén significa en hebreo, "casa de pan", y así, nuestra jornada de Navidad es una jornada hacia Belén, es una jornada a la "casa del pan", es, una jornada a la Eucaristía celebrada en Navidad y a la presencia de la Eucaristía de Cristo en nuestros tabernáculos, la Misa en Meditación, el "Belén" que habita. Durante el Adviento nos concentramos en la venida de Cristo en Belén en la historia. Nos concentramos en Su llegada a nuestras vidas cada día de muchas formas personales en misterio y especialmente en el misterio de la Eucaristía, y nos concentramos en su llegada en majestad al final de la historia como el rey del cielo y la tierra. El adviento hace disponible para todos nosotros un gran peregrinaje espiritual.
Conectando el paso de Navidad, con el tabernáculoEn Navidad se acostumbra el crear una imagen de la escena de la natividad, algunas veces llamada Pesebre, y se acostumbra tomar tiempo en oración y en contemplación ante el Pesebre, ante esa representación del nacimiento de Cristo en Belén. Durante esta estación particular de Adviento, durante nuestro año de la Eucaristía, veamos la conexión entre pasar tiempo en oración ante el Pesebre, la representación de Belén, y pasar tiempo en el verdadero, Belén místico, el tabernáculo, en la cual la presencia de Cristo está reservada en nuestras iglesias. Si estamos atraídos hacia la escena de la natividad y especialmente queremos que nuestros niños también estén atraídos a esas imágenes preciosas de Jesús, María, José, los pastores, los reyes magos, el ángel, los animales, si hay una maravilla y fascinación para todos nosotros, especialmente los niños ante esa escena de natividad, estemos más atraídos al Belén místico, el tabernáculo donde la presencia real de Cristo habita, el tabernáculo por la cual, hasta que Cristo regrese en Su Gloria, es para nosotros la verdadera "casa del pan." La presencia de Cristo en el tabernáculoLa presencia de Cristo en el tabernáculo no es una forma de distracción de Su presencia en la acción de la liturgia Eucarística. De hecho, la presencia de Cristo en el tabernáculo, es la "Misa en meditación" como lo ha dicho tan bellamente el Diácono Owen Cummings, para que toda nuestra vida como católicos sea una jornada de la presencia de Cristo en el altar a Su presencia en el tabernáculo y de regreso al altar. La adoración de la presencia de Cristo en el tabernáculo se refiere al altar que es su fuente, y nos guía de regreso al altar para entrar una vez más en la acción del sacrificio. Sería bueno este año que cada vez que pensemos en la escena del pesebre o mejor así rezar al frente del pesebre, que podamos inmediatamente pensar en el verdadero, místico Belén, el tabernáculo, donde la presencia real de Cristo Eucarístico habita. Yo espero que cada vez que una persona o familia visite el pesebre en su parroquia durante la Navidad se acuerden visitar el tabernáculo, y pasar tiempo adorando en el espíritu de los tres magos que vinieron de muy lejos para adorar al Señor. Siento que alguna de nuestra gente probablemente no ha rezado en contemplación ante el Santísimo Sacramento reservado en el tabernáculo desde hace mucho tiempo, y en ese sentido están invitados como los reyes magos a venir desde muy lejos a adorar al Señor. Vengan a adorarloEn los próximos meses al continuar la celebración del Año Eucarístico continuaremos viendo la celebración de la Eucaristía y procesiones Eucarísticas a través de la diócesis culminando con un gran evento Eucarístico al final del año Eucarístico el próximo otoño. Mientras tanto, vengan a adorarlo con misas más frecuentes. Vengan a adorarlo a través de más visitas a la presencia de Cristo en el Santísimo Sacramento en nuestros tabernáculos. Vengan a adorarlo en el verdadero Belén místico lo cual es su presencia Eucarística, y que sea la base de nuestra espiritualidad del adviento y la preparación para la navidad. Muchas gracias por leer este artículo. Que Dios los bendiga a todos y a sus seres queridos. Que tengan un buen Adviento. Bendito sea Jesucristo!
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