Año de la Eucaristía, mes del rosario

		Bajo el Libro del Evangelio + Obispo Robert C Morlino

Queridos amigos,

Escribiendo al principio de octubre, es de hecho la maravillosa fiesta de San Francisco de Assisi el 4 de octubre, y quiero ofrecer dos reflexiones.

La liturgia de ayer incluía el paso del libro del profeta Habakkuk el cual contiene una frase que he escogido para mi lema Episcopal: la visión no decepcionará. Las palabras de entrada de esa liturgia del domingo (27c) son igualmente poderosas: "Señor has creado todas las cosas, las pusiste en su lugar, y no debe de ser de otra forma... tu eres el Señor de todo."

La "visión" quién puede y nunca decepcionará es Jesucristo, la persona real, resucitado de la muerte, que cambia nuestras vidas- no hay otra tal visión que pueda y nunca decepcionará.

Días de convalecencia

Durante estos días de convalecencia, sería bueno si el diablo dejara al obispo solo pero no es así. A veces él me tienta a desear que éste período de convalecencia dure solo dos semanas y no dos meses. El deseo de una convalecencia de dos semanas es un deseo el cual puede decepcionar como todos los deseos que tienen raíces de este mundo.

En este mundo Dios constantemente nos traerá no solo lo que es para nuestro bien sino lo mejor para nosotros, aunque a veces no se sienta así. Pero los deseos que tienen raíces en este mundo pueden y decepcionarán. Jesucristo es el único deseo que nunca decepcionará y qué invitación tan preciosa en la liturgia del domingo del 3 de octubre que nos ofreció a ser renovados en una ancla única de todos nuestros deseos que es Jesucristo.

Quisiera agregar que mi convalecencia está continuando de acuerdo a lo planeado. He tenido un reporte muy positivo en mi primer visita con el doctor desde que salí del hospital, y ya definitivamente me siento más fuerte cada día. Pero al mismo tiempo la ruta a mi recuperación particular pareciera ser como dos meses y no dos semanas para darle el tiempo apropiado para la curación de mis brazos por las cuales las venas fueron tomadas para la cirugía. Así parece que las cosas van caminando bien, y por favor continúen rezando por mí.

Respuesta a la Eucaristía: reverencia, WOW!

El segundo punto que quiero ofrecer tiene por supuesto que ver con el mes de octubre, el mes del rosario de Nuestra Señora Bendita, y en el año 2004, el mes durante la cual empezamos el Año de la Eucaristía declarado por nuestro Santo Padre Juan Pablo II.

En los últimos días se nos ha dado una Instrucción General nueva de la Tercera Edición del Misario Romano junto con instrucciones adicionales contenidas en un documento titulado El Sacramento de Nuestra Redención. Mis reflexiones de ese documento, El Sacramento de Nuestra Redención aparecerán en el Heraldo Católico.

El punto de éstas instrucciones y normas litúrgicas varias es para promover la reverencia en el sentido del asombro para la cual estamos llamados en la Eucaristía como nuestro Santo Padre lo dice en la encíclica, Ecclesia De Eucharistia. El misterio que Jesucristo, la persona real, esta verdaderamente presente bajo las formas del pan y del vino debería de evocar en cada uno de nosotros un asombro - un wow! como lo había escrito anteriormente. La misma celebración de la Eucaristía por el poder del Espíritu Santo nos hace presentes en el sacrificio de Cristo en el Monte Calvario que se llevó a cabo en el pasado. El sacrificio Eucarístico nos une como el Cuerpo de Cristo en el mundo de hoy, como una Iglesia Universal, como una Familia Diocesana, como una Familia de Parroquia.

El sacrificio Eucarístico nos hace presentes en el banquete celestial entre la asamblea de ángeles y santos unidos con nuestros hermanos y hermanas que están en el purgatorio - así la Misa además nos hace presente para el futuro. El sacrificio Eucarístico nos lleva a mas allá del tiempo y es verdaderamente una experiencia mística - otra razón por la cual nosotros respondemos con asombro genuino- el wow - reverencia. Esta reverencia es por supuesto un regalo del Espíritu Santo que recibimos de una forma especial en la Confirmación, como lo es la respuesta de la Eucaristía, que está arraigada profundamente en nuestros corazones.

María, Madre de la Eucaristía

María la Madre de la Iglesia, el modelo de la Iglesia, es claramente la Madre de la Eucaristía. Ella fue privilegiada de ofrecer su cuerpo y sangre para que Cristo su Hijo pudiera derivar su Cuerpo y Sangre del suyo según al forma human Este es único privilegio de la auto-donación de María, y la razón por qué el Santo Padre ha dicho repetidamente que el camino a la Eucaristía siempre pasa por María.

Así por lo tanto durante el mes de octubre renovemos nuestra devoción del Cristo Eucarístico usando todos los medios a nuestra disposición - más frecuencia de asistir a Misa, Exposición del Sagrado Sacramento, oración en frente de la Eucaristía entronada en el tabernáculo en nuestras iglesias, y además mirémonos en el espejo de la justicia que es Nuestra Madre María para recibir esa perspectiva particular de Su Hijo Eucarístico. Octubre es el mes del rosario y a través del rosario María nuestra intercesora nos guía a Cristo como solo ella puede. Mas oración intensa del rosario, especialmente como familia donde sea posible, estoy convencido, una guía más intensa al corazón de Cristo y una devoción más profunda de la Eucaristía y el asombro.

Mientras que mis circunstancias actuales me prohíben tener una celebración especial para marcar el principio del Año Eucarístico, de acuerdo con la Gracia del Señor "me pondré al día después" como los meses preceden porque las bendiciones del Año Eucarístico son muy importantes para perdérselas.

Los animo a que con sus párrocos promuevan y se comprometan en todos las devociones de la Eucaristía dadas por la Iglesia especialmente las veces de la Exposición de la Eucaristía, Horas Santas y la Bendición del Sacramento Sagrado. Estas devociones Eucarísticas fuera de la Misa toman su significado de y nos traen de regreso al altar del sacrificio de la Misa, para que nunca halla el aparente conflicto o competencia entre la Misa misma y la devoción de la Eucaristía fuera de la Misa. La Devoción Eucarística fuera de la Misa y la presencia de Cristo en nuestros tabernáculos pueden ser llamados, como lo ha notado el Diácono Owen Cummings, la Misa en meditación. La presencia de Cristo en nuestros tabernáculos y Su presencia durante la celebración Eucarística en realidad son el material donde continuamente viajamos desde el altar hasta el tabernáculo y luego de regreso al altar.

Las promesas de éste Año Eucarístico serán de gran bendiciones para toda la Iglesia y para la Diócesis de Madison. Como siempre lo he agregado, aumentando la devoción y adoración de la Eucaristía siempre resultara en el aumento de vocaciones sacerdotales, y en nuestra situación eso nunca debería de olvidarse.

Así dejemos que nuestros corazones se llenen con gratitud de este mes tan bello, enfocados como lo estamos en nuestro Dios Eucarístico, y en Su Madre, y a través de ella hacia El a través de los maravilloso misterios del rosario. Que sea este mes de oración y amor que nuestro Señor quiere que sea para todos nosotros. De nuevo, muchas gracias por leer este artículo, muchas gracias por sus continuas plegarias y saludos y preocupaciones, y que Dios los bendiga a cada uno de ustedes. Bendito sea Jesucristo!