En la Pascua: Cristo nos transforma,
hace todas las cosas nuevas

		Bajo el Libro del Evangelio + Obispo Robert C Morlino

Queridos amigos,

Una de los recuerdos más queridos que tengo del Domingo de Pascua es cuando en aquellos días íbamos con mis padres, abuelos y yo a la Misa del Domingo de Ramos y después regresábamos a la casa para tener un delicioso almuerzo para empezar la celebración de la Pascua en la casa.

Mis papás y abuelos ya habían asistido a las celebraciones de la Vigilia de Pascua pero les parecía que iba a ser muy largo para mí en esos días. Pero el día del Domingo de Pascua todos nosotros estábamos estrenando por lo menos una prenda de ropa nueva y con frecuencia más de una.

"En conclusión la Pascua nos ha cambiado y nos renueva en Cristo. El decirlo es una cosa. El vivirlo es otra."

Puedo recordar con frecuencia cuando estrenaba una traje nuevo y casi siempre era para la Pascua, sin importar si era un traje nuevo o una camisa nueva, o corbata nueva, o zapatos nuevos, cada uno de nosotros siempre iba estrenando algo completamente nuevo el domingo de Pascua. Y mi mamá y mi abuela nos explicaban que Cristo nos renueva con la Pascua, y así las ropas nuevas que teníamos puestas eran un recordatorio de esa verdad, como cuando nos escribimos una nota para que no se nos olvide la importancia de la Pascua.

Cristo nos renueva

En la Pascua Cristo hace todas las cosas nuevas. Él es la luz verdadera, simbolizada en la candela de la Pascua, en cuya radiación toda la creación parece ser diferente. La sabiduría de Cristo nos cambia desde arriba hasta abajo. En la Pascua Cristo se apodera del tiempo - le pertenece para que nuestras preocupaciones y prioridades cedan y pongan mas énfasis a las preocupaciones de Cristo y de Su Iglesia. Nuestro tiempo no nos pertenece sino a Él - a Él pertenecen todas las estaciones y todas las edades y gloria en la Iglesia para siempre. Amen.

¿Cómo vivimos la Pascua y el resto del año? ¿Lo vivimos como si que nuestro tiempo en realidad perteneciera a Cristo o lo vivimos como si en realidad perteneciera a nosotros y nuestras propias preocupaciones egocéntricas?

¿Intentamos vivir como si solo el tiempo que sobra pertenece a Cristo? ¿Le damos prioridad a nuestro tiempo de adoración de la Misa de los domingos o tratamos de incorporarla hasta después de que todas las otras prioridades han sido tratadas? Eso nos dice mucho acerca de nuestra creencia en la Pascua.

Debemos de vivir la transformación de la Pascua

Hay un himno muy lindo en las liturgias del oriente del domingo de Pascua que proclama: "¡Llamemos aun a aquellos de nuestros hermanos y hermanas que nos odian, por que Cristo el Omnipotente ha Resucitado!"¡Hablando de hacer todo nuevo! Nuestras relaciones rotas y nuestras esperanzas decepcionadas nunca mas van a ser el final de la historia. La Gloria de la Resurrección es tan poderosa que en su luz tan espléndida, podemos llamar hermanos y hermanas a aquellos que nos odian.

La Pascua ha cambiado el significado del tiempo para nosotros. La Pascua ha cambiado el significado de todas nuestras relaciones. En conclusión la Pascua nos ha cambiado y nos renueva en Cristo. El decirlo es una cosa. El vivirlo es otra.

El permitir que Cristo que es verdadero, resucitado de la muerte, nos cambie para que por nosotros nuestras relaciones se transformen y todo odio se purifique, para que pasemos nuestro tiempo en las preocupaciones de Cristo y Su gente y no en nosotros mismos - ese mismo cambio puede traernos la alegría de la Pascua que el mundo no puede darnos y el mundo no nos puede quitar. ¡Que sea de ustedes esta Pascua!

Muchas gracias por leer este artículo y que Dios los bendiga a todos esta Pascua. ¡Bendito sea Jesucristo!