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La ordenación al sacerdotado
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El Obispo: Un mensaje de fe
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La columna de ésta semana consiste del texto de la
homilía del Obispo Bullock de la misa de ordenación
al sacerdotado de Jesus Cristo de Diego O Cuevas, James M Poster y
Brian J Wilk el 23 de mayo en la catedral de San Rapael.
Queridos hermanos y hermanas de Jesus y especialmente ustedes
hermanos preparados para la ordenación:
Diego, Jay y Brian nos regocijamos con ustedes y sus familias y
con la totalidad de la Iglesia de Madison con éste
día tan importante en nuestras vidas, un día
importante para toda la Iglesia.
Como todos nosotros, son muy afortunados de ser
católicos: no tienen que inventar cosas conforme avanzan.
Pertenecen a algo más grande que ustedes mismos, y como
parte de la Iglesia y del presbiterado no van a sentirse solos,
porque nuestro ministerio no es solitario sino unido con otros
sacerdotes, con su obispo, y con la iglesia universal. Recuerden
ésta verdad básica porque subraya todo lo que son y
todo lo que hagan como sacerdotes de la iglesia.
Dirigido por Cristo
Como sacerdotes, Brian, Diego y Jay diariamente ofrecerán
la oración de la Iglesia , especialmente en la liturgia de
las Horas. Dirigidos por Cristo, bautizaran, prepararan a hombres y
mujeres para el matrimonio. Recibiran las confesiones de gente
joven y mayor. Visitaran los enfemos y los que sufren, trayendo la
gracias de los sacramentos. Enterraran a los difuntos y consolaran
a los que sufren. Predicaran la palabra de Dios para la
salvación de la gente por los cuales están a su cargo
pastoral. Con su liderazgo governaran al alentar el crecimiento y
santidad de la comunidad cristiana. Y cada día que celebren
el sagrado ministerio de la Eucaristía, y en sus manos
ustedes tendrán el Pan de Vida, el Cuerpo de Cristo y la
Copa de la Bendición Eterna, la sangre del Señor.
Ustedes tomaran, elevaran y beberan del caliz del sufrimiento por
ustedes mismos y por la gente de Dios.
Un ministerio de sacerdotado
Estas tareas forman la vida de la Iglesia que son confiadas en
sus ministerios sacerdotales. Por cada sacerdote, el ministerio que
tenemos del Señor Jesus es un momento de salvación
para la gente de Dios. Cada vez que cada sacerdote celebra el
ministerio del Amor de Dios por su Cuerpo, La Iglesia, y a la misma
vez que carga con la cruz del Señor, y no la de su bosillo,
porque no pueden ser separados: el Amor del Señor, y de la
Cruz que carga. El Amor que les permite decir "sí" a la
necesidad de sacerdotes en la Iglesia no pueden ser separadas de la
prueba, la Cruz y el sacrificio que los van a caracterizar en su
vida sacerdotal.
La Eucaristía, centro y corazón del
misterio
En la encíclica "Ecclesia de Eucharitia" el Papa Juan
Pablo II empieza con la declaración muy obvia y a la vez muy
profunda: " La Iglesia extrae su vida de la Eucaristía. Esta
verdad," nuestro Santo Padre nos recueda, es el centro y
corazón del misterio de la iglesia." (EE#1) "Cristo mismo
(es) nuestra Pascua y Pan de vida." "Muchos problemas oscurecen el
horizonte de nuestros tiempos," escribe el Papa Juan Pablo II
después en su encíclica. En la Misa Crismal de
éste año también mencioné unos pocos:
la guerra en Iraq y otras violencias mortales en otros lugares; el
terrorismo alrededor del mundo y además aquí en el
país; el escándalo del abuso sexual del clero; la
falta de respeto consistente por la vida humana; y por el aumento
de la escacez de sacerdotes. En respuesta a estos problemas no
debemos empujar el boton de pánico, pero traerlos en
nuestras oraciones, especialmente en la Eucaristía,
dejándolos a los pies de Cristo y entregando nuestras vidas
a Cristo.
La esperanza cristiana brilla en el horizonte
"Necesitamos pensar en la necesidad urgente de trabajar por la
paz," continúa el Papa, "al basar relaciones entre la gente
con premisas sólidas de justicia y solidaridad, y defender
la vida humana desde la concepción hasta su final natural."
Y que podemos decir de las miles inconsistencias del mundo
globalizado donde los más débiles, los más
indefensos y los más pobres aparentan tener muy poca
esperanza! Es en éste mundo que la esperanza Cristiana debe
brillar en el horizonte! Por ésta razón
también, El Señor quiso quedarse con nosotros en la
Eucaristía, haciendo su presencia en la cena y sacrificio la
promesa de la humanidad renovada por su Amor." (EE#20)
El el corazón del misterio de la iglesia, por lo tanto,
está siempre la Eucaristía porque "en cada
celebración de la Eucaristía , regresamos
espiritualmente al trideo pascual de los eventos de ... la
última Cena y los acontecimientos que siguen." (EE#3) En
cada Eucaristía, compartimos con el Señor antes de su
pasión, compartimos un convenio nuevo de su sangre, nos
ponemos de pie en frente de la Cruz en la que murió por
nosotros, lo esperamos en la tumba y nos regocijamos en su
Resurrección porque esperamos su regreso en gloria.
En el corazón del misterio sacerdotal, también,
está la Eucaristía. Cada aspecto de la vida de un
sacerdote, concuerda con la vida del Señor Jesus y dado el
sacrificio para la construcción del Cuerpo de Cristo, saca
su fortaleza de la Eucaristía, y hace que el sacerdote
regresa a ella.
Dedicado a la palabra de Dios
Diego, Jay y Brian, las palabras del profeta Isaías que
conocen tan bien, estan dirigidas a ustedes esta noche, unidos con
su obispo y sus hermanos en el presbiterado. Si viven una vida
dedicada a la palabra de Dios, celebrando los sacramentos de la
Iglesia y guiando la Comunidad en su crecimiento hacia la santidad,
deben de traer el llamado y promesa de esas palabras todos los
días de su vida a la Eucaristía que ofrecen.
Esas palabras de Isaías nos enlazan en una unión
sagrada con aquellos a quienes primero le fue proclamada:
especialmente los humildes, los que sufren, los captivos y
prisioneros, los que nos son favoritos, los sencillos, y los
vulnerables. Por sus vidas como sacerdotes el Señor los
envía a traer las buenas noticias de su palabra a aquellos
humildes. Cómo podrán tener buen éxito, no
como el mundo marca éxito, pero como lo tiene Dios? Solo si
ustedes dejan que el Señor los llene de su Amor de aquellos
que en realidad necesitan de Dios.
Con el sacrificio en la Cruz de Jesus, al cual ustedes
están invitados a imitar sus vidas diarias, es el
Señor mismo quién los envía a proclamar la
libertad de Dios y soltar las ataduras de aquellos en pecado, a
aquellos capturados por la adicción, por aquellos atados a
las formas mundales de pensar contrarias a la vida del Evangelio.
Queremos que ustedes sean exitosos en su sacerdocio, pero van a
tener éxito solo si recuerdan que el nuevo convenio del
Cuerpo y Sangre del Señor es central para su vida como
sacerdote. Si dejas que el Señor te llene con gentileza para
aquellos que no pueden ver otra salida, si los traes al
Señor, que es el camino, la verdad y la vida, entonces
serán exitosos. El tablillero de marcas del Señor
para esa clase de resultado se ve solo en el Reino.
Por la vida de oración y servicio que ustedes
seguirán como sacerdotes, El Señor los envía a
anunciar sus favores y vindicación, un jubileo de alabanzas
para Dios, un jubileo dirigido para el mundo. Serán exitosos
mis hermanos, Diego, Brian y Jay, solo si recuerdan que la
Eucaristía, que es el corazón de la Iglesia, tiene un
caracter cosmico universal, como Juan Pablo II nos lo
enseña.
Hagan la voluntad del Padre
Dejen que el Señor los llene de paz, con una
sed por la justucia, con regocijo en la belleza de la
creación, con paciencia y humildad, para que
aquellos a los que sirvan vean en ustedes no solo un hombre
pecador, sino a una persona de Cristo, quien atrae a toda la gente
a Dios.
Por su ordenación como sacerdotes de Jesus Cristo,
queridos hermanos, recibirán el aceite de gozo en sus manos
y en su corazón, para que se lo entreguen a aquellos
aflijidos, que sufren de un espíritu sin ánimo,
quienes están en gran necesidad de la presencia y
misericordia de Dios. Serán exitosos con Dios, y no con el
mundo, solo si recuerdan que como Cristo, su alimento es hacer la
volundad del Padre.
Y la voluntad del Padre es que ninguno de esos entregado
a Cristo será perdido. El pobre, humilde, vulnerable, el
pecador -todos aquellos amados por Dios y redimidos por Cristo en
la cruz- para ellos es la Eucaristía la cual debera ser su
alimento y el de ustedes. Porque en la Eucaristía vemos la
volundad del Padre. El le desea curación, comformidad y gozo
para toda su gente.
Cómo, todos aquellos descritos por el profeta
Isaías podrán tener la misericordia y amor del
Señor? Solo lo tendrán a travez de la misión y
ministerio de Cristo. Ellos solo lo tendrán si son fieles a
su llamado sacerdotal. Ellos solo lo tendrán si ustedes
ofrecen a ellos lo que han recibido, como San Pablo nos recuerda, "
con toda humildad and gentileza y paciencia, guiándonos unos
a otros a travez del amor, dedicados a preservar la unidad del
Espíritu a travez de la unión de paz."
Mantengan la vision de la Iglesia
Ustedes, mis hermanos, dedíquense a ser exitosos con la
medida de Dios con amor por Dios, con amor por la
Iglesia, con amor por la gente, con el amor por la
Eucaristía.
Entoncen el amor que ustedes han recibido se multiplicará
y crecerá en la comunidad de la Iglesia, y les regresara a
lo que es lo más central en la vida de la Iglesia, el
corazón de su misterio, la fuente y base de lo que ella es y
puede ser: La Eucaristía, el "misterium fidei", el misterio
de nuestra fe en la muerte y resurrección del Señor,
hasta que regrese en gloria. (cf. EE#5)
Sin esta visión y compromiso para toda la iglesia
Católica universal fracasaremos. Pero todos los días
como sacerdotes y gente de Dios podemos decir: "Al amanecer dirijo
mi mirada a tí oh Dios para que me fortalezcas este
día" especialmente en la Eucaristía.
Ayudémonos unos a otros a mantener esta visión.
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