La Eucaristía: la fuente y
la cima
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El Obispo: Un mensaje de fe
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(Esta semana nuestra columna será sobre la homilía que presidió el Obispo William H. Bullock en la Misa Crismal el 15 de abril del 2003 en la Catedral de San Rafael.)
Queridos amigos en Cristo, hermanos y hermanas en el Señor:
Es nuestro privilegio esta noche celebrar esta Misa Crismal, es
un momento especial cada año para la iglesia local con la
celebración de la bendición de óleo de los
catecúmenos, el óleo para los enfermos, y la Sagrada
Crisma: ellos son los aceites del perdón y la
sanación, de la felicidad y la consagración.
Gratitud
Especialmente aquí, en la Catedral de nuestra
diócesis, nosotros respondemos al llamado de Dios para
adorarlo. Aquí nosotros rezamos para estar mas cerca en el
sagrado vinculo de la unidad y el amor que nos da el
espíritu: una diócesis, un presbiterio, unos
sacerdotes de fe. Gracias a todos por venir esta noche.
Esta noche nosotros celebramos la Eucaristía, la fuente y
la cima de la vida de la iglesia. Aquí todos los miembros
del Cuerpo de Cristo traen sus alegrías y sufrimientos al
altar del sacrifico y a la mesa del Señor. En la
Eucaristía nosotros estamos fuertemente motivados a vivir
como verdaderos seguidores de Cristo. Su sacrificio nos transmite
su generoso amor; este banquete nos nutre con el Cuerpo y la Sangre
del divino Cordero. Nosotros estamos abiertos a comulgar con la
iglesia universal con la celebración de la
Eucaristía, donde la alegría y la esperanza, la
angustia y el sufrimiento de todas las personas se convergen en
sacrificio para compartir la sagrada comunión.
En nuestros días parece que la alegría y la
esperanza no se ven, y que la angustia y el sufrimiento
están ante nosotros. Muchos desafíos en el mundo de
hoy nos llaman para una respuesta de parte de todos nosotros
quienes creemos y somos fuertes por Cristo por nuestra
misión en el mundo. Déjenme nombrarles algunos de
ellos.
Terrorismo, y guerra en Irak
"11 de septiembre de 2001" Nosotros ahora pertenecemos a un
nuevo mundo de miedo y terror. Actos de violencia y terrorismo (
que ha plagado al mundo y a nuestro propio país) que crecen
mas atrevido y más global. Pero no solo aviones y edificios
fueron destruidos ese día sino vidas humanas, familias,
confianza y nuestra economía. Las vidas que se destruyeron,
trabajos destruidos, familias separadas, la esperanza en el futuro
se convirtieron en escombros.
Lo que comenzó en las torres gemelas continuo en
Afganistán, siguió con una guerra en Irak, donde
ahora soldados han entrado en Bagdad no solo para liberar a los
iraquíes de la tiranía y la violencia, sino
también ayudarlos a construir un nuevo gobierno de paz,
basado en los derechos humanos e igualdad.
¿Cómo lo malo del terrorismo hará que
nuestro mundo sea menos amigable, nuestro crecimiento global como
una prisión? ¿Cómo la guerra afectará
nuestro mundo de hoy y mañana? ¿Cómo
responderemos nosotros como Católicos los desafíos
del terrorismo, la guerra, la violencia y el odio?
Abuso de Escándalo Sexual
Hace un poco mas de un año con las alegaciones de abuso
sexual a menores por sacerdotes cometidos hace años, se
convirtieron en las primeras páginas de la prensa, la
Iglesia de los Estados Unidos se convirtió en un
escándalo que tomaron todas las paginas. Después de
todo esto se decidió implementar el Capitulo que protege los
jóvenes y niños y las Normas para los casos de
abuso.
Esto no sólo son los desafíos del obispo, esto es
un desafió para todos nosotros. Nosotros no somos dos
presbíteros, nosotros somos uno, no dos iglesias, sino
una.
Juntos, como Jesús, nosotros cuidamos a nuestros hijos,
los protegemos, los enseñamos, los mantenemos a salvo. Como
obispos nosotros sabemos y reconocemos nuestros errores y pedimos
el perdón, la sanación y la reconciliación. La
iglesia todavía esta herida. En Cristo nosotros fielmente
caminamos día a día.
Respeto por la Vida
Las noticias sobre el respeto por la vida humana y las personas
humanas están mezcladas. Estas noticias se han desarrollado
con dificultades para comprenderlas. Se dicen que los abortos son
pocos, pero ahora hay nuevas maneras para promocionarlos incluyen
el aborto parcial, tecnología contraceptiva abortiva. El
mundo de la medicina destruye vidas inocentes y trastorna la
dignidad y la belleza de la sexualidad humana que con frecuencia se
dan por motivos de conveniencia donde el egoísmo y el pecado
sumergen en la vida humana.
Hablar de armas de destrucción masiva que pueden matar o
destruir a millones de personas en un solo estallido es muy
común hoy en día. La Pena de Muerte, Eutanasia y
suicidio por asistencia medica se continúan promoviendo como
soluciones viables y de respuesta, pero que no respetan la dignidad
humana y los derechos humanos. Nosotros somos una ética
consistente de la vida de la iglesia. Nosotros somos como un hilo
de lana, uno solo, y toda nuestra confianza se juntan en Cristo
quien es nuestro camino, verdad y vida.
Atado a nuestra enseñanza consistente es la
interconexión del aumento de la pobreza, odio racial, y la
intolerancia religiosa. Por ellos contribuyen a una visión
creciente de los seres humanos como un articulo en lugar de
persona. La investigación de las células madres por
los investigadores, el cual destruye los embriones de la vida
humana por el conocimiento científico, es promovida,
defendida, y disculpada, sin dejar de mencionar la clonación
humana.
Como católicos nosotros debemos responder a las
degradaciones del respeto por la dignidad de las personas, respeto
por la vida humana, respeto por los derechos humanos en todas sus
fases y etapas. Esto no son nuevos temas pero estos desafíos
o preocupaciones son llevados al altar y a la mesa del Señor
en la Eucaristía.
La continua escasez de sacerdotes es todavía un
desafío
Nosotros hemos visto una reducción en el número de
sacerdotes activos disponibles para servir a nuestras 135
parroquias. Con la continua escasez de sacerdotes, nosotros hemos
enlazado, vinculado y emergido algunas de ellas. Con este proceso
algunas de las parroquias no tienen a un sacerdote tiempo completo.
Mucho de nuestros sacerdotes han tomando extra responsabilidades u
otras parroquias. Un continuo desafió es también como
nosotros podemos reducir el número de misas.
Como ustedes pueden ver, nuestros sacerdotes son personas
amadas, serviciales, dedicados sirvientes fieles del Evangelio de
Jesucristo, el sacerdote Mayor. Ellos toman muy en serio su
ordenación como la imagen de Cristo, como sacerdote, profeta
y Rey. Ellos se esfuerzan fielmente en vivir las demandas diarias
del Evangelio de manera de alabar a Dios y servir al pueblo de
Dios. Yo estoy muy orgulloso de nuestros sacerdotes en la
Diócesis de Madison.
El resultado puede ser de alto estrés y baja moral, como
carga de trabajo que se incrementa diariamente. Las oportunidades
de descansar y reposar son mas difíciles, las demandas y la
energía incrementa. Pero Cristo todavía nos llama a
ser fieles.
Como católicos, respondemos a la crisis de la escasez de
sacerdotes promoviendo las vocaciones, promoviendo el tiempo para
rezar por las vocaciones y promoviendo una imagen positiva y sana
de la vida sacerdotal.
¿Respuestas?
Yo les he dado retos. Es más fácil darles
respuesta que ponerlos en practicas. Yo nunca he pretendido darle
respuestas a estos complejos desafíos y a otros que enfrente
nuestra diócesis, nuestra iglesia, y nuestro mundo. Los
católicos pueden y responderán los retos y la lucha
de nuestra edad, respondiendo a las condiciones del mundo que
vivimos. La respuesta la encontramos asemejándonos mas a
Jesús.
El lugar y el momento donde él les responde es la
Eucaristía, donde los desafíos y las respuestas se
encuentran, donde los problemas y las soluciones se interceptan. Es
el momento de la Eucaristía que el altar de sacrificio y
recordar la cena de Cristo. Nosotros sumergimos nuestra vida y la
fortaleza para que Cristo nos alimente con su Cuerpo y Sangre.
La Eucaristía
En mi profunda convicción como católico, como un
sacerdote de mas de cincuenta años y como un obispo de casi
un cuarto de siglo, compartir la Eucaristía, nosotros
estamos enlazados en la gracia y la fortaleza del amor y en el
profundo compromiso con Cristo. Nosotros no solo perseveramos la
misión de Cristo, sino que nosotros nos comprometemos
hacerlo de la manera que Cristo lo quiere.
El sacrificio de Cristo en la cruz, el cual nosotros celebramos
en la Eucaristía, nos guía a redimir nuestras vidas
en el sacrificio del amor y la obediencia y ser fortalecidos con el
Cuerpo y la Sangre del Cordero Divino. En Cristo nosotros estamos
dispuestos a obedecer la voluntad del Padre y retomar el mundo de
guerra, terrorismo, violencia, injusticia, abuso y
discriminación y convertirlo en un mundo lleno de paz, amor
y alegría, llenarlo de justicia, respeto y dignidad. En el
acto de nuestra misa nosotros promovemos, establecemos el Reino de
Dios aquí y ahora, eso es lo que nosotros hacemos
presente.
Es así como nosotros damos un nuevo significado a la
frase, "la Eucaristía es la fuente y la cima de toda vida
cristiana" Nosotros no lo terminaremos, como nos recuerda el Padre
Robtert Barron en el Día de la Santificación del
Clero: " La vida no se trata sobre ti, sino sobre Cristo. La vida
para Cristo no era sobre él sino sobre el Padre, la voluntad
del Padre sobre él."
En la misa, las ofrendas de todo el mundo se convergen para
transformarnos en Cristo. Todos los días y especialmente en
la Eucaristía, nosotros nos damos cuenta cada vez mas que la
vida no se trata sobre nosotros, sino sobre
Jesús en quien estamos redimidos. Él es el
Salvador. Él es el Señor.
Él asocia nuestros sacrificios con el suyo en la Cruz.
Él nos une en su Espíritu Santo; él fortalece
nuestras creencias y compromisos; él escucha nuestras
peticiones; él une a los santos, las personas santas de
todas las edades, raza, y cultura, esperando juntos la
comunión de su Reino.
Cristo y los valores de su Reino
El respeto por las personas y los derechos humanos, libertad y
justicia, rechazo de la violencia y la guerra son valores que vemos
en la Eucaristía.
1) Respeto por las personas y los derechos humanos
Nosotros vemos el respeto por las personas y la vida humana en
la Eucaristía, nosotros quienes fuimos creados por la imagen
de Dios somos redimidos por el Hijo de Dios, quien se hizo hombre y
murió en la Cruz por nosotros.
Si nosotros queremos profundizar nuestra realización para
que nuestra vida no se trate de nosotros, sino de Cristo, nosotros
necesitamos seguir la cruz de Cristo. Jesús cargo con todos
nuestros pecados y por su obediencia gano la vida eterna.
Las palabras de Isaac nos dice lo que Cristo hizo, y las
lecturas que Cristo les hizo en la Sinagoga sobre lo que debemos
hacer: "El Espíritu del Señor esta sobre
mí, porque él me ha ungido a llevarles buenas
noticias a los pobres. Él me ha enviado para proclamar la
libertad a los cautivos y recobrar la vista a los ciegos, liberar a
los oprimidos, y proclamar un año para el
Señor"
"Hoy", Jesús nos dice, " Estos pasajes de las Escrituras
se realizan cuando lo escuchamos" Hoy, el respeto por la dignidad
humana y los derechos humanos, especialmente por los pobres,
vulnerables y marginales, es una clave de nuestra misión
cristiana.
2) Trabajar para la libertad y la justicia
Cuando el terrorismo y las naciones quitan la libertad, oprimen
la justicia, y entorpece el desarrollo de las personas, nosotros
los cristianos debemos responder. Cuando lo injusto, las
dificultades económicas empobrecen a las familias y
comprimen a los pobres, nosotros quienes recibimos el Cuerpo y La
Sangre de Cristo debemos responder.
Cuando el pecado es públicamente aplaudido y los
daños culturales son defendidos o promovido como progreso,
nosotros quienes pertenecemos a Cristo debemos actuar. La
Eucaristía, la cima y la fuente, nos llama para que hagamos
lo que Jesús hizo, para que tomemos nuestros propios pecados
y los pecados del mundo y estemos dispuesto a morir por ellos.
3) Rechazar la violencia y la guerra
Las guerras, la violencia y el terrorismo, el abuso de cualquier
tipo, el odio, el racismo, la discriminación son productos
de un mundo egoísta que quiere servirse así mismo y
no servir la dignidad y los derechos de todas las personas.
¿Es posible que nos hemos convertido en personas
esclavizadas, sin libertad; enfermas; traumatizados
espiritualmente? Vive la misa para regresar a lo bueno y salir del
mundo corrupto.
Esta noche Cristo nos llama para que conozcamos los retos de
nuestro día cualquiera que estos sean, cual sea su precio.
La misa no debería ser solo esa canción de
alegría que nos hace sentir bien sobre nosotros por un
momento, sino un tiempo para colocar nuestras vidas en sacrificio,
un tiempo de dar. Esto se llama " la conversión continua."
porque la vida no se trata de nosotros sino de Dios.
Por nosotros que somos seguidores de Cristo debemos darnos
cuenta de esto en la Eucaristía. Aquí Cristo nos
llama a un amor radical y de servicio a nuestros hermanos que es
imposible sin la gracia de Dios.
Conclusión
Que la Eucaristía sea de verdad la fuente y la cima de
nuestra vida cristiana. Que los oleos de la Misa Crismal nos
sumerjan en la misión que Cristo le ha dado a su
iglesia.
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