Ordenación Transitoria de los
Diáconos
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El Obispo: Un mensaje de fe
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(Esta columna semanal consiste en la homilía del Obispo
Bullock en la Misa de la Ordenación Transitoria de los
Diáconos el viernes 23 de agosto del 2002 en el Centro
Católico Pastoral O’Connor)
2002: Cual es el trato de nosotros
Estamos todos reunidos en esta ocasión de alegría
y felicidad tanto para la iglesia local como para los familiares de
Brian, Diego y Jay. Estoy muy agradecido por esta maravillosa
oportunidad así como sé que lo esta el Obispo Wirz y
nuestros sacerdotes.
2000 años atrás, el Señor Jesús dijo
a sus discípulos, “La cosecha es abundante, pero los
trabajadores son pocos” (Mateo 9:37) ¿Esta
todavía esa cosecha llena? ¿Son pocos los
trabajadores? ¿Cuántos diáconos son
suficientes? ¿Cuántos sacerdotes son suficientes?
Déjenme poner estas palabras de Cristo juntos a algunos
de los titulares de los nuevos eventos que han ocurrido
desde nuestra ordenación hace un año. Estos titulares
nos dicen que nuestro mundo necesita el Evangelio de Jesucristo mas
que nunca. Aquí hay algunos de estos titulares:
El 11 de septiembre, nosotros fuimos victimas del más
grande ataque terrorista en la historia de los Estados Unidos.
Mucho de nosotros hemos estado angustiados por el reportaje en vivo
del choque de los aviones en el Centro de Comercio Mundial en la
ciudad Nueva York. Estas torres de poder,
riqueza, y supremacía, anunciaban al mundo que
ellas eran invencibles, pero desde las cuevas en Afganistán
fue planeado el ataque que las redujo a escombros. En los
próximos 19 días nuestro país
conmemorará el primer aniversario de ese triste
día.
En una nación que permite todo, nosotros vimos el
reportaje de la prensa no solo con el horror de la
destrucción de las torres gemelas sino con el
escándalo de abusos sexuales de niños y menores por
los Obispos y sacerdotes y el silencio de estos crímenes por
parte de los Obispos.
Muchos vimos las decisiones de los Obispos Católicos de
los Estados Unidos cuando se reunieron en Dallas, donde una nueva
regla y normas sobresalieron en medio de un final para los abusos
sexuales de niños y menores. (El obispo Wirz y yo fuimos
parte de esta historia)
Nuestra guerra al terrorismo continua y ahora enfocada hacia
Irak – con sus oraciones y las mías podemos golpear el
arado y juntar los esfuerzos de las nuestras plegarias que
darán la canción de la paz.
El mercado de acciones sube y baja y nuestra jubilación
depende de su cheque mensual.
Los accionistas de las corporaciones ocultan billones en gastos
y colocan precios artificiales en su mercado, además de
tener la cooperación de las firmas contables para estos
crímenes y desaparecieron la documentación que
los comprometia.
Nosotros hemos sufrido en estos 12 meses. Mientras que el
Misterio Pascual nos enseña que el sufrimiento puede ser
redentor, el simple hecho es que nosotros vivimos en un mundo que
necesita conocer a Cristo quien nos recuerda que, “La cosecha
es abundante, pero los trabajadores son pocos” (Mateo 9:37).
Aquellos que trabajan por Cristo y su iglesia deben saber siempre
que debemos cambiar a nuestra gente de falsos antros de placer,
posición y posesiones a una vida en Cristo.
¿Esta todavía la cosecha llena?
Cristo habló sobre la cosecha y los trabajadores en un
momento y tiempo especial en la historia. Él dijo que la
cosecha era abundante, pero lo dijo en una época donde mucha
gente estaban esperando la evangelización, la buena noticia
del Evangelio.
La cosecha are abundante 2000 años atrás, y es
abundante hoy. Déjenme ofrecerles algunas
estadísticas. En nuestra diócesis, por ejemplo,
nosotros tenemos 264.536 católicos registrados como
miembros en nuestras 135 parroquias.
Nuestros 107 sacerdotes ordenados de la Diócesis de
Madison en nuestros ministerios activos sirven a un cuarto de
millón de católicos. En otras palabras, hay 2.472
católicos por sacerdote. El Señor Jesús dijo
esto: la cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos, y
nuestra experiencia es que esa verdad esta a nuestro nivel
local.
Así mismo, en el nivel global las más recientes
estadísticas dicen que hay mas o menos un billón de
católicos en el mundo, y estos son servidos por 405.000
sacerdotes. En otras palabras, hay 2.575 católicos por
sacerdote. Mirando esto desde una perspectiva diferente, el
número de Musulmanes a escala mundial, por primera vez en la
historia, ha sobrepasado el número de católicos. El
Señor dijo: “la cosecha es abundante, pero los
trabajadores son pocos” y nosotros, como iglesia local, vemos
nuestra conexión intima con la iglesia universal.
Pero Jesús dijo nosotros estamos para “rogarle al
dueño de la cosecha que envié trabajadores a recoger
su cosecha” (Mateo 9:38). Ustedes tres, Brian Wilk, Jay
Poster y Diego Cuevas, son la respuesta de las oraciones de muchos
que le han pedido al Señor que les llame para servir como
sacerdotes. Esta orden de transición para Diaconado puede
ser una orden muy significativa para la iglesia.
Diego, Jay y Brian, esta noche la iglesia los ordena para que
sean cosechas, de manera que recojan las semillas que el maestro ha
plantado en todos los lugares. Con su ministerio en los siguientes
años, ustedes caminarán humildemente ante el
Señor porque ustedes descubrirán que la cosecha no es
de ustedes, sino del maestro, el Señor.
Su ministerio como diácono consiste en su servicio de la
palabra. Ustedes serán bendecidos para proclamar y
predicar. Con sus predicaciones y sus enseñanzas,
muchos fieles oyentes recurrirán a ustedes por sus
enseñanzas. Ellos recurrirán por estimulo e
información, por nuevas razones para rezar, agradecer y
confiar en Dios nuevamente.
Su ministerio como diácono consiste en ser un ministro
del santo altar de Dios, ayudar a los sacerdotes y a las personas
en la misa. Ustedes distribuirán el Cuerpo y la Sangre de
Cristo a los pequeños, jóvenes y ancianos.
Como diáconos ustedes bautizaran los jóvenes y
viejos, los llevaran a Cristo conectándolos en las aguas de
la nueva vida, en el sufrimiento, muerte y resurrección de
Cristo. Estos tres ministerios son una alegría y una labor
del amor. Con la imposición de las manos ustedes
serán “ordenados” ordenados para cargar con
estos ministerios en humildad y amor. Cristo cuenta con
ustedes.
El Trabajo
A través de los años de su formación, sus
profesores en el seminario, rectores y directores espirituales les
han mencionado sobre estas tareas, el cual puede haberlos abrumado
pero recuerden que ustedes nos están solos y que hay
personas que siempre los ayudarán. Ustedes son parte de un
largo equipo de personas que trabajan por el bien del Reino con
dedicación y consagración religiosa. Ustedes
comparten un equipo que consiste en todos los obispos, sacerdotes y
diáconos en el mundo. Esta noche ustedes son bienvenidos por
algunos de estos diáconos.
Pues si, el equipo completo también consiste en una alta
calidad de religiosas y laicos, profesionales y voluntarios,
dedicados a trabajar muy duro para Cristo.
Como un laico, cada uno de ustedes han descubiertos áreas
de su propio don. Pero esta noche, por medio de la
imposición de las manos, a través de la
Ordenación Sacramental, el Espíritu Santo los
cambiara al diaconado. Con la Ordenación vendrán
nuevos dones espirituales por aquellos a los que ustedes
servirán.
El llamado
He hablado sobre el mundo en el cual ustedes van a ministerial
como diáconos y a la abúndate cosecha. Recuerden que
es Dios, que sabe todo sobre ustedes. Sean estimulados con lo que
Jeremías fue destinado por la oficina del profeta desde
antes que él naciera. De manera similar, Dios quien siempre
los ama los escogió a ustedes para la orden del
diaconado.
A pesar que Jeremías no viajó en aviones a todas
partes del mundo, el ministerio de Jesús lo llamo para que
enseñara en todas las naciones. De igual forma es el papel
de su ordenación para que lleven la buena noticia del amor
de Dios, que el Reino de Dios viene a este mundo y que el mundo
convertirá su egoísmo a su servicio
ayudándonos unos con otros. Sin embargo el papel que ustedes
tienen es vital. Ustedes nos son solamente unos diáconos,
ustedes son unos diáconos de la iglesia que dan de su parte
para construir esta.
Ordenados transitoriamente
Ustedes son llamados a ser diáconos en transición.
En Mayo del 2003 ustedes serán ordenados sacerdotes. Ese
tiempo de espera no es tiempo para estar pasivo sino para
sumergirse completamente en su trabajo. Dejen que esa realidad
penetre completamente. Siendo unos diáconos de
transición no son como los policías acostados (speed
bomps) algo que te retraza a los caminos de Dios; es una orden en
la Iglesia que te arraiga con algunos santos, Stephen, Lorenzo y
muchas más.
La tercera oración Eucarística nos llama a
“Peregrinar la Iglesia en la tierra”. Como individuos,
nosotros estamos en peregrinaje en esta tierra, esperando que
Cristo venga nuevamente y nos lleve al Reino de los cielos.
Similarmente, su tiempo como diáconos marcara un tiempo
transitorio, un peregrino en el camino del sacerdote. Los pasos
entre esta noche y después deseo que estén llenos de
alegría y trabajo. Vívanlos a plenitud.
Como el profeta Jeremías, quien no sabía donde
Dios lo iba asignar, tú iras a, “donde sea que yo te
envíe, tu iras”(Jer 1:9) La vida por si misma es
transitoria desde el vientre a la tumba y al Reino de Dios.
Nosotros estamos en el proceso de conversión.
Como Jeremías, las palabras que ustedes van a decir no
son sus palabras. Dios le dijo a Jeremías, “En este
momento pongo mis palabras en tu boca” En otras palabras,
Dios dijo, “ lo que sea que yo te ordene, tu
hablaras” (Jer 1:9)
Finalmente y agradeciéndoles por escucharme esta noche
– construyan sólidos hábitos de trabajo,
trabajen para Cristo, estén con Cristo. Den lo mas que
puedan todos los días – cuando estén cansados,
den lo que necesitan para sí mismo. Sean como la pobre
viuda, den el consuelo de la viuda. Cristo da todo de él y
nos pide que seamos iguales.
Gracias por decirle “Si” al Señor.
Coral Hispana
MADISON -- "Estudiantina de Madison" El coro hispano de la Diócesis de Madison, invita a la comunidad hispana y a cualquiera que hable español a formar parte de este grupo musical. El primer ensayo de otoño será el domingo 8 de septiembre de 2 a 4 p.m., en la sala de coro de la Catedral de San Rafael, 222 W. Main Street., Madison. Aquellas personas interesadas en formar parte de este grupo llamar a la Sra. Toni Kellor al 608-238-8529.
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