El fuego de la creación de Dios, Palabra e Iglesia
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El Obispo: Un mensaje de fe
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Dios se ha revelado en tres maneras sucesivas y progresivas.
La Creación
La primera revelación se nos presenta a través de la
creación de nuestro universo, el cual continúa hoy en
día y por el cual se ha seguido en la exploración del
espacio exterior, los profundos océanos y todo lo
relacionado entre ellos.
Nuestro mundo es una maravilla para contemplar en su majestuosidad y misterio desde los planetas en la orbita a la vida en los océanos. La creación del universo continúa ofreciéndonos nuevas posibilidades y secretos infinitos de su poder.
La Escritura
La segunda revelación de Dios hacia nosotros es a
través de su Palabra. Desde el comienzo en el Libro de
Génesis hasta el libro de la Revelación, Dios nos
habla por medio de su Palabra.
Las primeras palabras en Génesis 1:1 son, "En el comienzo Dios creo el cielo y la tierra" Las ultimas palabras en la Revelación son, "Amen, Ven Señor Jesús" Lo que está escrito en todos estos libros de la Escritura son las formas de la base en el cual
nosotros creemos.
La Biblia nos revela como Dios creo el cielo y como podemos
llegar a el. El reino que él ha preparado es para aquellos
que lo aman. Dios espera que nosotros cuidemos el ambiente y su
Palabra. Ellos van par a par. "Bajo diferentes formas Dios
habló a nuestros padres por medio de los profetas, ahora nos
habla a nosotros por medio del Hijo, Jesucristo" (Hebreos
1:1-2)
La Iglesia
El tercer nivel de la revelación de Dios hacia nosotros
es la fundación de la iglesia por Jesucristo. La iglesia es
la comunidad de creyentes, comenzando con los apóstoles,
quienes fueron a predicar la buena nueva a todo el mundo,
bautizando a todos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Esa iglesia fue fundada por Cristo en
Pentecostés.
Desde ese modesto comienzo en el cual éramos un pocos
menos de cien miembros, hemos crecido a un billón de
miembros, 70 por ciento de los que viven en los países del
Tercer Mundo como África, Asia y Latinoamérica. La
Iglesia Católica es una institución, un cuerpo
reconocido por los creyentes con una estructura y un orden, pero
también es un misterio, un organismo vivo, El Cuerpo
Místico de Cristo.
La Iglesia, El Cuerpo de Cristo
La iglesia recibe sus miembros a través del bautismo,
incorporándolos dentro del Cuerpo vivo de Cristo en la
tierra, invisible en su unidad y todavía visible en su
orden.
¿Qué es esta iglesia para el mundo? Como gente de
Dios nosotros creemos, celebramos, oramos y vivimos por el
Evangelio. Estas son las cuatro esencias de nuestra vida en Cristo
en la iglesia que él fundó. En el bautismo la
pregunta es, "¿Qué es lo que le pide a la iglesia?"La
respuesta es: "Fe". ¿Qué es lo que la Fe le da?" Me
da, "La Vida eterna."
Ecológicamente debemos ser buenos administradores de toda
la creación de Dios. En recibir la Palabra de Dios del Viejo
y Nuevo Testamento, nosotros debemos tener un buen cuidado con el
nombre de Dios y aceptar su palabra, cargarla en el corazón,
y hablar de ella. Nosotros debemos también amar a la
iglesia, ser voluntarios, mártires de la fe y poder
sacrificar nuestras vidas por la iglesia.
Ama a la creación, Ama su Palabra, Ama su Iglesia.
¿Cuánto deberíamos amar a Dios?
Deberíamos hacerlo con todo nuestro corazón, mente,
cuerpo, alma y espíritu, y a nuestros hermanos como a
nosotros mismos - nada menos podremos hacer.
Todos juntos
Lo más hermoso de nuestra fe es que todos los tres
niveles de las revelaciones de Dios hacia nosotros son integrados
en uno solo de una manera incomparable. Que bendición es
tener los tres. El amor que tenemos hacia la iglesia nos obliga a
aceptarlo completamente y en su totalidad.
Recientemente estaba reflexionando en como la iglesia, como
seguidores del mandamiento de Cristo, agarra del suelo el trigo, y
lo convierte en harina para nuestro pan en el altar para las
celebraciones de la Eucaristía, y utiliza las uvas para
producir un nuevo vino para el altar de sacrificio.
El pan y el vino - Cuerpo y Sangre
De todos los regalos de la creación de Dios, Jesús
escogió estos dos básicos alimentos, el pan y el
vino, y encargó a los sacerdotes para que repitieran sus
palabras en la Ultima Cena hasta su regreso final.
Los sencillos elementos del pan y el vino hablado en memoria del amor y en el contexto de la Cena Eucarística los transforman al cuerpo y
la sangre de Cristo, este ofrecimiento nos alimenta y nos fortalece
para nuestra jornada.
La creación, la Palabra de Dios y la iglesia vienen
juntas, dirigiéndonos hacia la vida en le Reino de Dios. Ese
Reino es un reino de justicia, paz, alegría, amor e
igualdad, de abundancia por siempre. Que glorioso Dios es el que
tenemos que nos dio una maravillosa y gloriosa iglesia. Esta
iglesia que amamos en tiempo buenos y tiempos malos.
La iglesia sostiene a los testigos firmes
Nosotros rezamos esta frase en la Misa: "A través del
evangelio proclamado por tu Hijo tú has unido en una sola
iglesia a todas las naciones, cultura y lenguas. Dentro, tu
respiras por el poder de tu espíritu, que sin importar la
edad, tus hijos pueda estar reunidos como uno solo.
"Tu iglesia sostiene firme los testigos de tu amor. Esto nutre nuestra
esperanza para la venida de tu reino siendo la última
señal de alianza que nos dejó Jesucristo nuestro
Señor...
"Para cuando nuestra peregrinación en la
tierra sea completa, nos recibirás en tu hogar en el cielo,
donde estaremos contigo por siempre".
¡Féliz Día de Pentecostés, el
cumpleaños de la iglesia!
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