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Mensaje de Paz
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El Obispo: Un mensaje de fe
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El hermoso himno, “La paz está Corriendo como un
Río”, es cantado por los Cristianos y se usa con
frecuencia en la navidad. “La Paz está corriendo como
un Río, corriendo hacia ti y hacia mí. Corriendo
dentro del desierto, liberando a todos los cautivos”.
En nuestro nuevo milenio la paz no viene por la violencia del
ataque terrorista del 11 de septiembre, ni por las indiscriminadas
bombas a los niños inocentes.
La paz debe venir de nuestra mente y nuestro corazón: por
la mente en un sólido plan por la justicia basada en los
derechos de todos los seres humanos, del nacimiento y del que esta
por nacer; por el corazón amando a todos nuestros hermanos y
hermanas como Jesús nos enseñó.
Jesús nos dice que el Reino de Dios, la Iglesia, habla de
justicia como la base de confianza en donde nosotros debemos
construir una genuina paz.
Jesús nos recuerda que Su Reino no es de este mundo, sino
que su reino eterno es un nuevo cielo y una nueva tierra, y en la
iglesia estas semillas de armonía, de compartir y de cuidado
con sacrificio son por los derechos de otros aquí en la
tierra de ahora.
Tengan un Corazón
Nosotros debemos estar concientes, así como buscamos la
paz y construimos una solidaridad global para todas las personas,
que en nuestros corazones nosotros sentimos con compasión,
con amor, y con sentimiento de felicidad que la paz es para
todos.
Les deseo un tranquilo Año Nuevo en el 2002.
Déjenme darles una lectura de San Pablo a los Filipenses
4:6-7 y unas oraciones de paz por los recientes papas, el Papa Leo
XIII, Juan Bendito XXIII, y el Papa Juan Pablo II.
Filipenses 4:6-7
“Antes bien, en toda ocasión presenten sus
peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la
súplica. Y la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede
imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en
Cristo Jesús.”
Oración por la Paz del Papa Leo XIII
“Oh Señor, tu ves como por todos lados los vientos
tienen sus ráfagas, y como el mar es convulsionado con la
gran violencia de sus grandes olas. Nosotros te suplicamos a ti, tu
que puedes ordenar los cielos y los mares, que recuperes a la
humanidad la verdadera paz de tu nombre, la paz que el mundo no
pueda dar, y la calma de la armonía social. Bajo tu favor e
inspiración que los hombres regresen al orden debido, y
derriben la regla de la codicia, tráelos de nuevo como
deberían ser, el amor de Dios, la justicia, la caridad hacia
nuestros hermanos, que tengamos moderación en todos nuestros
deseos. Para que tu reino venga y que todos reconozcan que son
sujetos tuyos, y deben servirte a ti quien es la verdad y la
salvación; que sin ti nuestra labor es en vano. En su ley
está la razón y la amabilidad paternal. Tu estas
siempre presente y tu abundante poder ayude a los hombres que lo
mantengan. La vida en la tierra es pura guerra, pero tu observas la
lucha y ayudas a los hombres a vencerla. Lo débil que tu
mantienes; es la victoria de tu multitud.”
Oración de Paz por Juan Bendito XXIII
“Señor Jesucristo, quien es llamado el
Príncipe de la Paz, quien es nuestra paz y
reconciliación, quien ha dicho con frecuencia que, “La
Paz este contigo”, démonos la paz. Que hace que todos
los hombres y mujeres sean testigos de la verdad, de la justicia y
el amor fraternal. Destierren de sus corazones lo que pueda poner
en peligro la paz. Que nos instruye de nuestras reglas para que
ellas puedan garantizar y defender el gran regalo de paz. Que todos
los pueblos de la tierra sean hermanos y hermanas. Que pueda tener
ansías de paz y para que reine por siempre sobre todos
nosotros.”
Oración de Paz por el Papa Juan Pablo II
“Oh Dio, creador del universo, quien extiende su
preocupación paternal sobre todas las criaturas y
guía los eventos del pasado a la meta de la
salvación, que tengamos conocimientos de tu fraternal amor
cuando tu rompas la resistencia de la humanidad y en un mundo de
sufrimiento por la discordia y conflictos, tu nos alistas para la
reconciliación. Renuévanos las maravillas de tu
misericordia: envía tu Espíritu para que pueda
trabajar en la intimidad de los corazones, que los enemigos puedan
comenzar un dialogo, que los adversarios puedan darse las manos, y
la gente pueda encontrarse una con otra en armonía. Que
todos nos comprometamos a buscar sinceramente la verdadera paz para
que acabe con todos los argumentos, para que la caridad supere al
odio, y el perdón desarme la revancha”.
La violencia y la represalia engendran mas violencia y sangre.
La Justicia engendra paz. Que Jesús, el Príncipe de
la Paz, nos de a todos nosotros la verdadera paz del ser humano de
justicia.
Feliz Año pata todos ustedes!!
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