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1 de diciembre de 2005

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"Bajo el Libro del Evangelio"

Jesucristo: La única ancla segura de nuestra esperanza

Ilustración del Libro del Evangelio abierto por encima de la cabeza del Obispo

Bajo el Libro
del Evangelio


+ Obispo Robert
C Morlino

Queridos amigos,

Yo sabía que el día de acción de gracias y la navidad se me acercaban bastante y así lo fue. Es difícil creer que ya el domingo pasado acabamos de empezar un año nuevo de fe en nuestra Iglesia con la apertura de la tiempo de Adviento.

El adviento es un tiempo de crecimiento espiritual. Se diferencia con el de la cuaresma en que el enfoque de la cuaresma está en el arrepentimiento de nuestros pecados y ofensas. El enfoque del adviento es esperanza, una virtud por la cual se nos llama a examinar nuestras conciencias y a arrepentirnos de nuestra falta de tener esperanza.

La esperanza no es lo mismo que el optimismo pero la esperanza y el optimismo están claramente relacionados. La esperanza está relacionada más con la fe que el optimismo porque "la esperanza no es esperanza si su objetivo es visto". Si yo admiro el bello cielo claro cuando el sol sale y recibo el regalo de otro radiante amanecer, no tendría sentido decir, "espero que no llueva cuando me levanto en la mañana." La esperanza no es esperanza si el objetivo es visto, así el objetivo de esperanza, precisamente, no es visto.

Jesucristo superó el poder del pecado y la muerte a través de su gloriosa resurrección, pero esta victoria está transitando cuando la historia pasa de acuerdo con el plan misterioso de la Providencia de Dios. En muchas formas no vemos la victoria de la resurrección en ningún lugar que la buscamos, pero precisamente porque no la vemos, tenemos la esperanza de verla.

Tenemos la posibilidad de ver lo doloroso o cosas difíciles que suceden en nuestras vidas, nuestras propias fallas, nuestras propias debilidades, y nuestras propias enfermedades - podemos ver todo esto como la tela que la providencia de Dios permite que sea zurcida no solo para traer lo bueno sino para traer lo mejor de nosotros mismos. La esperanza en la resurrección de Jesucristo no guía una esperanza sin fin por nosotros mismos, cualquiera que sean nuestras dificultades, porque Cristo es la única ancla de nuestra esperanza.

Sean testigos de esperanza

La virtud de esperanza además nos llama a esperar que el Señor nos traerá lo mejor de cada uno de nuestras hermanas y hermanos en el mundo de acuerdo a Su plan misterioso. El Gran Juan Pablo fue un magnífico "testigo de esperanza", y estamos llamados a ser testigos en nuestras relaciones con otros. El tener la esperanza de lo mejor para que se revela en cada uno es una fuente de energía para otros lo cual es muy tangible y palpable. Nosotros le enseñamos a otros la gran esperanza que tenemos por ellos si se aparecieran de alguna manera, al estar en error o participar en alguna mala conducta, nos abstenemos, al no juzgarlos de inmediato lo cual pueda ser un juicio impetuoso que es pecado.

Debemos de tener la mejor posible interpretación en las palabras o acciones con las que no estamos de acuerdo y darles el beneficio de la duda, hasta la hora cuando tengamos evidencias inequívocas que la persona esta escogiendo lo malo o erróneo, y entonces llega a ser nuestra responsabilidad amablemente de corregirlos como hermanos y hermanas en el Señor. Paciencia, poniendo la mejor posible interpretación en palabras y obras de otros, dando el beneficio de la duda - al inicio de año nuevo de la Iglesia debemos de examinar nuestras conciencias acerca la esperanza en el Señor, esperanza por nosotros mismos y esperanza por otros.

Sería Navidad todos los días si todos nosotros viviéramos esta actitud de esperanza. Con frecuencia me informan mis feligreses que en la parroquia la peor posible interpretación ha sido puesta en algunas de sus acciones o palabras sin la paciencia apropiada. Con frecuencia escucho que la peor posible interpretación fue puesta en palabras o acciones del sacerdote de parroquia por un individuo o grupo de feligreses. Con frecuencia escucho que la peor posible interpretación fue puesta en las palabras o acciones del obispo por individuo o grupo.

El reciente comentario de la prensa acerca de mi aceptación a ser miembro de la Junta de Visitantes, una junta externa de evaluación, lo que antes se llamaba Escuela de las Americas, es el caso de punto. Es difícil para mí el tener a alguien que realmente no me conoce y el ser juzgado por mis motivos e intenciones. Y es difícil para ustedes o ellos cuando esto les sucede a ustedes o a sus sacerdotes de parroquia.

Tenga esperanza en cada uno

Nuestra humanidad común, y nuestra fe en Cristo, demanda que tengamos esperanza en la resurrección victoria de Cristo que nos dice que todos estamos llamados a ser ganadores para que no nunca actuemos ni volvamos a otros en perdedores. Nuestra humanidad común y nuestra fe nos enseña que tenemos que tener la esperanza más alta por todos y expresar esa esperanza en palabra y en acción.

La esperanza es una de las claves más importantes de la paz de Cristo lo cual toda la gente de buena voluntad está llamada en Navidad. Pero esta esperanza se construye en la verdad de la gloria de Dios revelada en la resurrección de Jesucristo. Por eso rezamos con frecuencia "Gloria a Dios en el Cielo y paz a Su gente en la Tierra"

Muchas gracias por leer este artículo. Que Dios los bendiga y a sus seres queridos y que tengan un Adviento santo y gozoso. ¡Bendito sea Jesucristo!


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